Por: Fernando Luis Egaña…
El llamado “Decreto de Emergencia Económica” no va a arreglar nada y lo va a empeorar todo. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque le aumenta el poder a los que han destruido la economía –entre otras destrucciones, y ese nuevo “cheque en blanco” lo que en verdad busca es acreditar el cuento de la “guerra económica” como pretexto para justificar la mega-crisis económico-social que tiene a Venezuela en terrenos de crisis humanitaria. Así lo señalan sus “considerandos”…
Y ojo, la disminución de los precios petroleros no es la causa de la mega-crisis. Ésta ya existía cuando los precios estaban en 100 dólares. Lo que pasa es que ya no pueden disfrazarla. Se ha hecho más notoria y la depredación de los petrodólares ha sido tan implacable, que ya prácticamente no quedan divisas para las necesidades más elementales del país. Hasta ex ministros del régimen lo reconocen así.
El “gabinete económico” que aplicaría el referido “decreto”, no tiene la capacidad de rectificar y crear, siquiera, una lucecita de esperanza. Su coordinador es un neo-marxista de precaria preparación, y sus declaraciones lo que hacen es confundir y preocupar, aún más, a los factores y agentes económicos.
Las diez habilitaciones de política que contiene el decreto no tienen limitación alguna. Puede interpretarse como una ley habilitante por debajo de cuerda, e incluso como una suspensión general de las garantías económicas, también por debajo de cuerda. En todo caso, ya eso era una realidad del panorama nacional. Recordemos que la característica central del proceder de la hegemonía es que hace y deshace lo que le da la gana.
El decreto en cuestión lo confirma, por enésima vez. Y esperemos que haya incordio con la Asamblea, porque en su texto se plantea la validación por parte del TSJ, pero se omite la referencia al poder de control político y legislativo que es la Asamblea Nacional. No hay que ser muy avispado para imaginar por qué…
Ahora bien, una cosa es enteramente cierta: Venezuela está en emergencia económica, o más bien en súper emergencia. Y más que en emergencia económica, en emergencia nacional. Y lo seguirá estando mientras la hegemonía continúe empoderada del país. La emergencia venezolana no se comenzará a disipar sino cuando sea superada esta etapa trágica de la vida nacional, y se pueda iniciar la reconstrucción general de la nación, incluyendo, claro está, a su devastada economía.
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