Por: Giovanni Cegarra…
Increíble pero cierto, en la Venezuela y que, lo tiene todo y a la chiquita, nada tiene, porque todo lo despilfarran a su antojo, el pueblo es víctima de todo, pasa inverosímiles necesidades, algunas de ellas, que ponen en peligro su humanidad, al extremo, por citar una de ellas, que ya enfermarse es un paso a morir, pues ir por asistencia médica a un hospital u centro de salud, es aumentar más la gravedad de lo que se padece, si logra lo atiendan, requiere de intervención quirúrgica, se muere en el intento ya que todo lo que le piden, le cuesta los dos ojos de la cara, por decirlo así, porque supuestamente, no hay dotación de instrumental quirúrgico en los centros médico asistenciales.
Realidad que está ahí vigente, latente, ni mentimos, ni exageramos, ni somos alarmistas, se vive y convive en Mérida e interior del estado, en todo el país, es la cruel verdad, duela a quien le duela, imposible de negar, esconder, ocultarla con argumentos insensatos.
Testigo fiel de ello, he sido, de la extrema desesperación de una familia cuyos integrantes lloraban inconsolables, en una esquina de avenida de Mérida, municipio Libertador del estado Mérida, a escasos metros de una farmacia, tras consultar el costo de los artículos quirúrgicos que, en larga lista, les habían entregado en el que llaman nuestro primer centro asistencial, para poder practicarle la operación a familiar que padece de apendicitis.
No encuentro en verdad, las palabras que quisiera escribir, para describir la rabia que se siente, el escuchar a los que conducen la cosa pública, que hay dotación en hospitales y centros de salud, pero la realidad es otra, cabe preguntar sin temor alguno, ¿a dónde va a parar la supuesta dotación hospitalaria?, la respuesta no es necesario adivinarla, aunque se escucha que los departamentos hospitalarios “los tienen encaletados”.
Cruda verdad, realidad, que se vive y convive no sólo en nuestra Mérida sino en todo el país, cruel escribirlo, pero el enfermarse es todo un riesgo, se muere en el intento de sanarse y al que le caiga el guante que se lo plante, si realmente tiene la vergüenza de levantarlo, Dios nos agarre confesados, punto en boca.
CNP: 2229–
07-02-2024