Por: Giovanni Cegarra…
Si los miembros de un cuadro familiar andino merideño venezolano logra cumplir la antañona tradición costumbre del Jueves Santo, de comer los siete potajes, vaya que será toda una gran proeza, serán indudablemente todos unos verdaderos potajes dolarizados que, de hecho, no serán como en años anteriores, ante los super elevados costos elevados a pagar, para, al menos, comerse unos suculentos siete potajes.
Tradicionalmente los siete platos de alimentos diferentes, como sopa, arroz, pasta, pescado o ave, ensalada, verdura, dulce o similares, el jueves santo, viene dado desde inicios de la era cristiana, en las siete palabras que Jesús pronunció antes de su muerte, el recordar el momento de su última cena con sus doce Apóstoles, lo que otrora constituía un banquete familiar que hoy, en la economía dolarizada que tiene el país, será cuesta arriba para cualquiera y ni para compartir con allegados o vecinos, como se hacía años atrás.
Potajes dolarizados, no cabe duda, los venezolanos y por ende, los merideños y los que no lo son, se la pensarán en intentar comerlos como en otras pasadas Semanas Santas, la imaginación volará vertiginosa para poder disfrutarlos, estirando el bolsillo al máximo, aparte de pedirle al Topoderoso que, en esos días santos, se pueda contar con energía eléctrica, cesen los bajones y cortes inesperados, contar a toda hora con suministro de agua potable, entre otros servicios públicos, super consabidos.
Que más decir, potajes dolarizados, en esta Semana Santa, en la que en la región andina merideña venezolana, se intentan revivir, costumbres y tradiciones, que otrora se disfrutaban a todo dar y hoy por hoy, pues muchos, habrán de pensárselas e imaginárselas, confesión sin mentir, punto en boca y amén.
27-03-2024
