El Big Ben Deportivo: ¿Reyes Magos? ¡Magos ahora somos todos!

Por: Andrés E. Mora M…

“¡Que broma mi amor!”, exclama el joven papá mirando su celular. “Melchor, Gaspar y Baltasar me acaban de informar que, por motivos de seguridad, no pudieron repartir los regalos que todos los años, tal día como hoy, tienen como destinatarios a aquellos niños venezolanos que, como tú, se han portado bien”, empieza Incrédulo a abonar el camino para explicarle a su pequeña hija la ausencia de regalos en la alborada de este sábado 6 de enero. ¡No hubo forma! La monstruosa inflación de 2017 – por encima del 2.700%, según Ecoanalítica – sólo posibilitó, con muchos sacrificios, la compra del obsequio navideño. “Trataron de iniciar la faena, fiel a la costumbre, desde oriente. Pero, apenados me notifican, que el sinnúmero de protestas que por comida se han suscitado en esa región, sobre todo en los estados Bolívar, Sucre y Nueva Esparta, se los impidió”, le dice, con pesar, el hijo de Ingenuo Sinduda e Incredulina a Brasilia que, ansiosa, esperaba la llegada de los tres Reyes Magos acompañada por la inocencia de sus 10 años cumplidos el pasado 30 de octubre. Día que, igualmente, se conmemoró el décimo aniversario del nombramiento oficial de Brasil como sede del Mundial de Fútbol 2014. 

“¿Qué hubiera pasado si cambiaban la ruta tradicional y comenzaban desde el occidente?”, pregunta Esperanza, la perspicaz esposa de Incrédulo. “Los riesgos hubieran sido los mismos ante los graves problemas de suministro de gasolina y gas doméstico que estamos padeciendo, desde hace ya meses, en la región andina. Problemón al que se le suma, además, la crítica situación del servicio eléctrico en el estado Zulia, principalmente en su capital, Maracaibo. Eso, mi muchachita consentida, tiene a la población disgustada, impacientada, crispada”, responde la madre de la simpática niña la pregunta que ella misma hizo.

“De hecho cuatro peloteros del Zulia – tres lanzadores y Cade Gotta, el infielder tomado como refuerzo – llegaron tarde al primer desafío del playoff ante Cardenales debido al cierre de la vía hacia Barquisimeto por algunas protestas”, añade Incrédulo.   

“¡Y por la seguridad de los camellitos también!”, acota la vivaz y ya resignada criatura abriendo, aún más, sus dos grandes ojos. “Como mucha gente no recibió el cochino que prometió el presidente, hubieran podido pensar que los camellos eran parte de una nueva promesa y se los hubieran podido comer. ¡Uf! ¡Menos mal que no vinieron!”, añade, aliviada, la cándida chiquilla, cuyo destino, junto al de sus progenitores, parece ser Chile en algún momento de este año.

“¡Así es mi vida!”, dicen al unísono Incrédulo y Esperanza compartiendo una sonrisa cómplice por la ocurrencia de su pequeño tesoro que, antes del amanecer, ya había cumplido con su ajetreado itinerario: Echarle un vistazo al arbolito, dirigirse a la habitación de sus padres, acostarse entre ambos y quedarse dormida, en cuestión de escasos minutos, en el regazo de su mamá.

“¡Cada día estoy más orgulloso de esa nieta mía!”, expresa con jactancia un engreído Ingenuo después de escuchar el episodio mañanero de Brasilia de boca de su hijo en la tertulia que ambos sostienen en la tarde de este «Día de Reyes». “Por otra parte, me parece muy sensato la mentirilla blanca a la que recurrieron porque la verdad es que con esta situación ¿Reyes Magos? ¡Muy difícil! ¡Si en magos nos hemos tenido que convertir todos para sobrevivir!”, exclama el catedrático.

“Mago es Maduro, pero no, precisamente, para mejorarnos la existencia. A Venezuela la ha envuelto en una suerte de sortilegio que lo que le ha traído es calamidad, desesperanza y ruina. Fíjate que terminó el 2017 decretando un nuevo aumento del 40% del salario mínimo, ese ingrediente que ha venido utilizando con frecuencia y que mantiene hechizada – ¿o envenenada? – la pócima que le ha estado dando de beber al país”, considera Incrédulo.

“El encantamiento cubiche de Nicolás ha hecho que Venezuela retroceda décadas de décadas en cuanto a democracia – de la que, ciertamente, sus vestigios son más difíciles de encontrar que los alimentos y medicamentos –, institucionalidad y calidad de vida de nosotros, sus ciudadanos”, considera Ingenuo. “Por ejemplo, ni con el trabajo mancomunado de magos de tan largas y exitosas trayectorias como Merlín, Mandrake y ¡el mismísimo Harry Potter! – el más joven de los tres, pero que de sus fabulosos poderes quedamos todos prendados al leer los libros o ver las películas de su extensa saga – se puede cambiar el equivocado rumbo del olimpismo revolucionario para no repetir, en los venideros «Juegos Sudamericanos» y «Centroamericanos y del Caribe», las escalas del ciclo olímpico programadas para este año, el vergonzoso fracaso vivido el pasado noviembre en los Bolivarianos de Santa Marta”, añade el apesadumbrado docente.

“Es lamentable que a la dictadura le importe un bledo «la generación de oro». Esa legión de talentosos atletas que les ha tocado vivir de manera descarnada el engaño, manipulación e indiferencia de un régimen que sólo se acuerda de ellos para «ganar indulgencia con escapulario ajeno»”, opina un tajante Incrédulo.

“¡Business are business!”, expresa Ingenuo. “William Saab debería volver su mirada a los mega-guisos rojos-rojitos del mundo deportivo – Cadivismo, Fondo del deporte, y un largo etcétera – porque la corrupción está enraizada en todas partes. ¡No solo en Pdvsa!”, opina el docente.    

“Eso sucederá solamente si alguno de los presuntos incursos cae en desgracia con la dictadura”, concluye Incrédulo.

(٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo       

      aemora@gmail.com, @amoramarquez