Cambio climático agrede nuestra naturaleza

Los múltiples pájaros alegran nuestro despertar. Las laboriosas abejas nos brindan mieles deliciosas. La naturaleza nos sonríe cuando el paraje andino nos cobija con su hermosura. Pero, algo está sucediendo casi en forma apenas perceptiva, tan agobiados estamos con los problemas cotidianos: el sexo.

En las investigaciones de las últimas dos décadas los científicos cundieron las alarmas: las subidas de temperatura parecen influenciar en forma negativa el crecimiento y vida normal de plantas y animales.

Muchos reptiles y peces utilizan la incubación de sus huevos para determinar el género de sus especies. El aumento de las temperaturas altera el sexo de las mismas, con la resultante que se esté en conflicto de conseguir parejas.

En el mundo de las plantas el aumento de temperatura es más sutil. No lo detectamos en nuestros bosques y montañas. Hasta para los expertos les es muy difícil. En la parte alpina de Norteamérica las plantas de tabaco han producido más masculinas en los últimos 20 años. Las plantas femeninas requieren de mucha más agua. Las masculinas producen muchas semillas, pero… sienten soledad.

Los científicos han descubierto que las plantas florecen mucho más temprano, lo que está confundiendo a las laboriosas abejas en su búsqueda del polen, lo que redunda en menor abundancia de la tan apreciada miel.

Aves y pájaros se reproducen mucho más temprano, lo que crea enorme confusión en ellos. Incluyendo en su trinar.

Son señales alarmantes en nuestra Tierra Verde. ¿Qué hacer?

Valentin Ladra