Cenurr: “La universidad cerrada solo beneficia al régimen autoritario”

*** En nombre de la organización estudiantil, Rodolfo Paredes, aboga por la concreción de esfuerzos garantes de abrir la casa que vence las sombras y, a su vez, hacerle frente a los enemigos del pensamiento libre, crítico, académico y discurso científico

Al cumplirse un año de la suspensión de actividades presenciales en la Universidad de Los Andes (ULA) por la pandemia de Covid-19, la dirigencia estudiantil apuesta por reabrir pronto la Alma Mater.

Tal postura es asumida por el Centro de Estudiantes del Núcleo Universitario Rafael Rangel (Cenurr), según notifica su presidente adjunto, Rodolfo Paredes, quien asevera que “es imperante que la comunidad universitaria haga todos los esfuerzos pertinentes para abrir nuevamente las puertas de nuestra ilustre casa de estudios, pues esta situación no beneficia en nada a los ulandinos y favorece solo al régimen autoritario que hoy nos oprime, que es enemigo del pensamiento libre, la discusión de ideas, el discurso científico y todo lo que huela a crítica”.

Ante ello sugiere iniciar “un proceso de discusión interno para encontrar entre los distintos factores una agenda única, capaz de facilitar la exigencia de nuestros derechos porque juntos podemos generar capacidades y enfrentar la situación”. Paredes insiste en que “unidos abriremos la universidad nuevamente” e invita a sumar voluntades al respecto.

Panorama por Covid-19
La llegada del Coronavirus a Venezuela –refiere- sin duda agravó la terrible crisis humanitaria, además acrecentó los niveles de desigualdad y la violación de derechos humanos, incluso afectó gravemente la libertad académica por los constantes ataques a la
autonomía universitaria.

Durante los últimos meses el Nurr logró culminar el semestre B-2019 y el U-2019 de Derecho, tiene pendiente el nuevo año lectivo de Comunicación Social, el cual empezó días antes de la interrupción de la jornada laboral y académica, así como la organización, programación más los comienzos de períodos especiales, apegados a los lineamientos del Consejo Universitario sobre la prosecución educativa en contingencias haciendo uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (Tic).

Lamentablemente el Nurr, con énfasis las instalaciones de la Villa Universitaria y la Casa de Carmona “Dr. Antonio Luis Cárdenas”, desde marzo 2020 a marzo 2021 han sido blanco de la delincuencia, actos repudiables y condenados por el conglomerado ulandino.

Paredes recuerda que el Observatorio de Universidades (OBUniversidades) en fecha reciente contabilizó, en el marco de la cuarentena, más de 220 hechos delictivos, entre robos y hurtos en las universidades públicas del país, incluyendo a la ULA en varios de sus Núcleos y Facultades, ubicados en Mérida, Táchira, a la vez en Trujillo.

PRENSA ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221)