Cuando algunos opinan que la economía venezolana comienza a dar los primeros síntomas de una muy modesta recuperación, la Asamblea Nacional en segunda discusión, aprobó la reforma a la Ley del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), por lo que ahora no será un tributo solo para los contribuyentes especiales, sino que tendrá que ser cancelado por cualquier empresa y cualquier persona natural.
A pesar de que inicialmente se dijo que sería para las grandes transacciones financieras, este nuevo tributo abarca también a las transacciones pequeñas de acuerdo con lo expresado por el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Mérida, Javier Ramírez Lares quien además ratifica total rechazo a nuevos impuestos que van a incrementar las distorsiones que inciden en el precio de los consumos finales.
Ramírez Lares ha sido enfático al manifestar que el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras no es un impuesto progresivo, es como el IVA, es un gravamen que va a tener que pagar todo el mundo que trance en dólares, moneda estadounidense con la que se estima se realiza el 72% de las transacciones en la economía venezolana.
Recordó el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Mérida que, en enero de 2021, el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez acompañado de varios parlamentarios dispensó una visita a la sede de Fedecámaras, dando de esta manera inicio a un diálogo que no se hacía en muchos años, allí Rodríguez fue enfático cuando manifestó: ¨primero es la gente, luego la economía y luego la política¨.
Aunque las propuestas presentadas por la máxima dirigencia empresarial no fueron incluidas en el plan económico que el gobierno se propuso ejecutar en 2021, los comerciantes e industriales de Mérida se adhieren a lo expresado por el presidente de Fedecámaras Carlos Fernández Gallardo, en cuanto a que la implementación del nuevo Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) sea aplazado, su ejecútese sea diferido y comience a ser discutido con todos los sectores involucrados el tema de la voracidad fiscal.
Finalizó Ramírez Lares afirmando, que cuando se incrementan los impuestos y no hay retribución en servicios, se acelera la inflación y en este caso, el tributo aprobado se aplicaría sin distinción de ingresos del contribuyente lo que pudiera ser un gran obstáculo para el incipiente proceso de recuperación económica.
Prensa Cacoime CNP16363
9-2-2022