Por Andrés E. Mora M…
A pesar de la pena, dolor y sufrimiento por la que atraviesa la familia venezolana a causa de la diáspora provocada por la «pesadilla roja-rojita», algunos hogares, seguramente, se habrán dado a la tarea de mantener viva la tradición del Dia de Reyes al dejar algún detalle – golosinas, quizás – dentro del zapato que los niños colocaron, esperanzados en un presente, frente al pesebre anoche, por ser hoy, 6 de enero.
Sin embargo, esa credulidad, candidez, solidaridad y regocijo que embarga a la población en las fechas decembrinas, temporada navideña que finaliza con el arribo de Melchor, Gaspar y Baltasar, contrasta con las argucias del régimen para engañar. Ofreciendo. Prometiendo. Pero, no cumpliendo.
Ese fue el caso de Delcy Eloina el año pasado cuando, 8 días después de la llegada de “Sus majestades de oriente” – el 14-E, cuando participaba en una marcha de educadores en apoyo al régimen, ¿A qué educador se le ocurriría apoyarlo hoy en día? -, “aseguró” que el usurpador “se pronunciará en las próximas horas para hacer anuncios en materia salarial”.
Esas “próximas horas” ya suman 8.568, el equivalente a 11 meses y 22 días. De hecho, han transcurrido 659 días, 15.816 horas, desde el último aumento salarial, ocurrido el 15-3-2023. En ese lapso los 130 bolívares de salario mínimo pasó de US $30 a US $3,62. Siendo esta última cantidad apenas 2% de los 152 dólares que registra Argentina, el segundo país con el peor salario mínimo en Sur y Centroamérica, y 0,5% de los 687 dólares que reporta Costa Rica, la nación con el mejor salario mínimo de la región.
Asimismo, ya suman 9 años, 78.300 horas, sonando el sonsonete fastidioso, monótono e irreal de que “este año será el de la recuperación económica” que el usurpador no se cansa de promocionar en las cercanías de cada fin de año – suerte de single revolucionario, que a esas alturas del año se hace presente al igual que “Yo no olvido el año viejo” y “Faltan 5 pa’ las 12” -, a sabiendas que es absolutamente falso ya que la voraz corrupción de los casi 25 años de “revolución” destruyó el aparato productivo nacional. Bueno, volvió añicos a toda Venezuela.
Así lo confirmaron las estimaciones de Ecoanalítica sobre la economía venezolana en 2023: a) El PIB se contrajo 0.7% respecto al 2022, año marcado por el crecimiento. b) Consumo privado, asociado a ventas, cayó 4%. c) Inflación en bolívares en torno a 172,6%. En dólares, 11,1% (reducción considerable respecto al 2022). d) La variación de la tasa de cambio fue de 108% y e) la devaluación del bolívar fue de 51.7%.
Como vemos, esas cifras están muy lejos – ¡Alejadísimas, pues! Como sucedió en todos los años anteriores – del pronóstico del «inquilino de Miraflores». En esta ocasión posteó el 27-12-2022: “Estoy seguro que el año 2023 será para la recuperación total de la economía nacional”… Para el 2024 prometió una “estabilidad virtuosa”… ¿Vas a seguir Abigail?
Con la hermana de «Jorgito» y el mismísimo usurpador como ejemplos del desenfado y desparpajo con que todos los involucrados en funciones de gobierno, desde el municipal hasta el central, aseguran, afirman, aseveran, garantizan y prometen lo que son incapaces de cumplir – ya sea por ineficiencia, ineptitud, maldad, complicidad, por seguir al pie de la letra el guión castrocomunista o por todas las anteriores – se evidencia que para la burocracia chavista aquello de “empeñar su palabra” o “dar su palabra” son expresiones que de ningún modo conllevan a asumir compromisos y, mucho menos, ratificarlos con hechos. Sino que las han convertido en expresiones vacías, en simples lugares comunes, con las cuales solo buscan crear falsas expectativas en la ciudadanía. Típico de personas de poco fiar.
A propósito de estos individuos, el coach, escritor, comunicador y conferencista argentino Daniel Colombo, en un interesante artículo publicado en el portal es-us.finanzas,yahoo.com el 22-4-2022, los describe de la siguiente manera: “Las personas de poco fiar se caracterizan por ser escurridizas, oportunistas, timadoras, victimistas, aprovechadoras y mentirosas; en definitiva, un cocktail explosivo que lo único que genera son promesas falsas, desilusión y frustración en los demás”.
No es de extrañar, entonces, que más del 85% de la población, porcentaje que no para de crecer, rechace al régimen por la desconfianza que genera su falta de compromiso con la gente y de credibilidad ante el pueblo.
Lamentablemente, las personas de poco fiar no es un mal exclusivo del mundo de la política. Se encuentran desperdigadas en cualquier actividad del quehacer humano. Y el deportivo no es la excepción. Veamos un ejemplo reciente de ello.
“Farías es el elegido: Universitario cierra hoy su vínculo con el técnico para el Centenario”, fue el titular de la sección de deportes del portal de noticias peruano elcomercio.pe del 26-12-2023. Agregando en el subtítulo: “DT pudo conocer que Manuel Barreto y Jean Ferrari ultiman negociaciones con el técnico venezolano que salió campeón en su país, Ecuador, Bolivia y Colombia”.
Entretanto, César Farías, quien recién consiguió la primera clasificación de Águilas Doradas a la Copa Libertadores luego de superar de manera invicta (12 ganados y 8 empates) el Torneo Clausura del fútbol colombiano, presentó su renuncia al cargo de entrenador del conjunto antioqueño – que incluyó pagar de su propio bolsillo la cláusula de rescisión de 350 mil dólares que tenía en su contrato – para incorporarse al Universitario de Deportes en su año centenario con los objetivos de repetir el campeonato de la Liga 1 Betsson y desempeñar una excelente actuación en la Copa Libertadores.
Sin embargo, los “cremas” se hicieron de los servicios de otro entrenador, el argentino Fabián Bustos, con el pretexto de que la desvinculación oficial del venezolano tardó más de lo que podía esperar el equipo peruano… ¡Sí, Luis!
Moraleja: Con personas de poco fiar… ¡Ni pa’ la esquina!
Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
06-01-2024