El Big Ben Deportivo: De cumbre en cumbre y de «coba» en «coba»

Por Andrés E. Mora M…

El prócer máximo del mayor fraude político conocido en Latinoamérica y uno de los más sonoros del planeta en los últimos cien años, bluf que se «llevó por los cachos» la supuesta superioridad moral que la izquierda se endilgaba, es el mismo que ante un grupo de empresarios venezolanos en abril de 2005 – en modo «cuenta cuentos» y haciéndose el «Willie Mays» – expresara: «Ser rico es malo, es inhumano. Así lo digo y condeno a los ricos»…

Pero, ¡Oh, cuidado!, “la lengua es el castigo del cuerpo”, nos recuerda el bien conocido refrán nacido de las mismísimas entrañas de la sabiduría popular, sobre todo cuando de «cobas» – llámesele «gamelote» o «paja», también – se trata.

Así pues, quien fuese la enfermera del referido fulano – devenida en tesorera nacional por las «majaderías» propias del autócrata, estilo de gobernar que terminó convirtiendo a la otrora próspera nación en el «país bananero» que ahora es – enfrenta cargos por corrupción y lavado de capitales en los Estados Unidos, trama que habría permitido el desfalco de USD 2.400 millones… Eso sí es malo, ¡muy malo!, volverse millonarios – ella, sus cómplices y quien sabe cuántos más – con dinero mal habido, dejando sin recursos a escuelas y hospitales… y el «otro» ni pendiente…

Y qué decir del antiguo guardaespaldas, el tipo que al erario público venezolano le «costaría un ojo de la cara» luego del infortunado «juego de chapitas» del que todos, seguramente, hemos escuchado, transfigurado en tesorero nacional por obra y gracia del susodicho aquel, el que fuese condenado a 10 años de cárcel por lavado de dinero en el «imperio mesmo», pero que se vería beneficiado con la reducción del 65% de su pena como reconocimiento a su afinado «canto» – al no írsele ni un gallo, si acaso “el pollo” – quedando en libertad en febrero, para dejar a disposición de la dama que lo sucedió en la dirección del Tesoro Nacional de Venezuela el «tiempo compartido» – «all inclusive», por supuesto – que como reo en suelo estadounidense utilizó.

Pero es que de «coba» en «coba» y de mentira en mentira ha transcurrido más de 23 años de un régimen que además de corrupto, vergonzoso referente de este flagelo a nivel mundial, y de cometer crímenes de lesa humanidad – ¡Prohibido olvidar! La gestión del «nacido no se sabe dónde» dejó 259 personas asesinadas en el contexto de protestas entre 2013-2019, muchos de ellos jóvenes con escudos de cartón como única protección, cobarde e inmisericordemente masacrados por los cuerpos represivos del Estado y los «colectivos» armados en 2017– es ecocida, también. Veamos.

El pasado 2 de junio, mientras la Vinotinto sub-21 sentenciaba su juego ante México 2-1 con una perfecta definición de Bryan Ortega en el minuto 90 – colofón de una magistral jugada colectiva iniciada con un taco maravilloso de Telasco Segovia, quien le había dado ventaja a los nuestros en el minuto 45+4 – sumando el segundo triunfo en lo que es su primera participación en el Torneo Maurice Revello, antiguo Esperanzas de Toulon, y hacerse del liderato del grupo B, Delcy Eloína participaba en la Reunión Internacional de la ONU Estocolmo+5, celebrada bajo el lema “Un planeta sano para la prosperidad de todos: nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”, soltando una de sus acostumbradas peroratas: “Nosotros, desde Venezuela, que tenemos conciencia de la amenaza que vive el planeta, nos hemos dedicado a la reforestación. Hemos sembrado más de 33 millones de árboles (…) y hemos garantizado que un 44% de nuestro territorio sea territorio protegido”.

Una farsa más, otro «cuento chino», una nueva «coba» de la ahora vicepresidenta ejecutiva que nos recuerda aquello de que “Venezuela importa alimentos como para abastecer a tres países”, mentira monumental expresada sin titubeos por la para entonces canciller en la Sesión Extraordinaria de Consejo Permanente de la OEA en 2016, precisamente cuando el país atravesaba por la peor crisis de abastecimiento jamás vivida en su historia como consecuencia de la destrucción del sistema productivo nacional, fruto de la política de expropiaciones llevada a cabo por el chavismo durante años.   

El nuevo embuste de la vocería del régimen sería tendencia en Venezuela. El periodista Tony Frangie Mawad, @TonyFrangieM, twittearía: “Aunque Venezuela perdió 533.000 hectáreas de bosque húmedo primario entre 2002 y 2020 (casi 2% de su área total de bosques húmedos), Delcy Rodríguez dice en Estocolmo que «nos hemos dedicado a la reforestación. Hemos sembrado más de 33 millones de árboles»”. La ONG SOS Orinoco, @SOSOrinoco, enviaría este trino: “¡En #Estocolmo50 sería más honesto y creíble que @delcyrodriguezv hablara del #ecocidio en #canaima y Áreas Protegidas, impactadas por política minera #ArcoMinero y de minas de #orodesangre que ella visita frecuentemente!”.

Por su parte, el doctor Luis Sandia, director del Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial de la Universidad de Los Andes (CIDIAT-ULA), le señalaría a Efecto Cocuyo: “Los recursos naturales no son infinitos. Es una cantidad medible, única y tiene unos límites. Uno de los grandes problemas y deudas de Venezuela con el ambiente es la deforestación y la intervención de zonas naturales para desarrollar distintas actividades”.

Así las cosas, mientras el régimen va de cumbre en cumbre y de «coba» en «coba» con su vocera estelar, la Vinotinto sub-21, digna representante de la generación que el sanguinario y cruel tirano ha masacrado y obligado a enrolarse en la inmensa diáspora venezolana desperdigada alrededor del mundo, enfrenta a Francia mañana, domingo 12 de junio, en búsqueda de la copa de la edición XLVIII del Torneo Maurice Revello, habiendo dejado desparramado en el campo de juego en cada uno de sus cuatro desafíos previos, además de su calidad y técnica futbolística, el coraje y agallas que a esta generación caracteriza y que hasta al genocida pusieron a temblar… y tambalear. ¡Arriba muchachos!

aemora@gmail.com, @amoramarquez

11-06-2022