El Big Ben Deportivo: Érase una vez unos Juegos Nacionales…

Por: Andrés E. Mora M…

Érase una vez unos Juegos Deportivos Nacionales que ignorados por el autócrata, sin motivo ni razón, yacían «arrumados» – desde el 2011 como evento de adultos, leitmotive de su creación, y desde 2013 cuando de juveniles se trató – en el más frío y triste rincón del olvido, ese oscuro cese del recuerdo en el que a los 240 presos políticos, 203 de ellos detenidos sin condena, no les podemos permitir caer. Unos Juegos Deportivos Nacionales condenados a la desaparición, como a la desaparición fueron condenados, y de ella «vivos no saldrían», la “propiedad privada”, los “derechos humanos”, y la “separación de poderes”. Unos Juegos Deportivos Nacionales sentenciados a muerte, como a muerte fueron sentenciados – y contra el paredón en pleno siglo XXI fueron fusilados – las “normas de homologación”, el «justo presupuesto universitario» y la «autonomía universitaria».

De repente el pasado 10 de agosto, en uno de esos arrebatos con falta de lucidez, propio de sujetos que de la realidad están desconectados, el déspota informaría que “en diciembre se deben celebrar y retomar los Juegos Deportivos Nacionales Juveniles y de Adultos, cada dos años se realizarán entre el Distrito Capital, el estado Miranda y La Guaira, para que se active toda la plataforma e infraestructura deportiva del país, y así cumplir con el Plan Sueño Olímpico París 2024”. Alegremente omitiría el hecho irrefutable de que la infraestructura deportiva se encuentra destruida, como destruidos se encuentran hospitales y universidades, y que no es precisamente pintando fachadas como se pueden rescatar.

Y es que por falta de infraestructura, justamente, Venezuela declinó organizar los Juegos Bolivarianos 2021 con Los Valles del Tuy como sede. Testigo que sería tomado por la ciudad colombiana de Valledupar que los organizará del 24/06 al 5/07 de este año. Colombia buscará reeditar el éxito de los I Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle 2021 en los que finalizó segunda con 48 medallas de oro. En esa justa Venezuela, a pesar del denodado esfuerzo de nuestros muchachos, quedó relegada al puesto 11, con 7 preseas áureas, siendo superada por Ecuador, Chile, Puerto Rico y Uruguay, confirmando el pésimo resultado de los Juegos Panamericanos Lima 2019, en donde finalizó 12, siguiendo el declive iniciado en los Juegos Bolivarianos 2013 de Trujillo, Perú. Ratificando, entonces, el rotundo fracaso de las políticas deportivas del Socialismo del siglo XXI.

“El llamado es para incentivar y estimular a los nuevos atletas en desarrollo, por lo que el Jefe de Estado convocó a todos aquellos especialistas del deporte, que finalmente se quieran incorporar al Plan Sueño Olímpico, algo de mucha importancia por lo alcanzado en los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos de Japón, con Yulimar Rojas y Lisbeli Vera como las figuras por Venezuela en esos certámenes”, expresaría la nota de VTV, cabeza de la hegemonía comunicacional en esta tierra que ha dejado de ser país, pasando por alto que en los triunfos de Yulimar y Lisbeli muy poco tuvo que ver el régimen. De hecho, la jovencita zuliana, figura cimera del paralimpismo criollo, entrena en la destartalada pista de atletismo del “Pachencho” Romero. Ya son más de ochos años que el “Pachencho” y el Brígido Iriarte se quedaron sin pista.

Desde aquel 10 de agosto «las cartas quedarían echadas» ¡Hay Juegos sí o sí, y tres meses, a lo sumo cuatro, para montarlos! Ya después la gigantesca maquinaria propagandística gubernamental se encargaría de hacer ver como un exitazo cualquier fracaso. Tal cual como ha hecho ver al barranquillero Alex Saab, privilegiado contratista del régimen, como dizque “embajador plenipotenciario de Venezuela en África”, cuasi filántropo además. Así las cosas, comenzaría la «lluvia de ideas» para la organización del evento, que bien pudiera ser referida como un «chaparrón de desaguisados». Ejemplo de eso, sería la reunión llevada a cabo vía Zoom el día 22-09-2021, que el periodista Juan José Sayago reseñaría a través de un «hilo» en su cuenta de Twitter, @jjsayago, y que a continuación en parte reproducimos, comenzando con la pregunta con la que inicia el mismo:

«¿Usted se imagina ver saltar a Yulimar Rojas frente al Club House de los Leones del Caracas en el Universitario? Pues al no haber una pista de atletismo en Caracas, esta es UNA de las propuestas que hay para hacer los Juegos Nacionales este 8 de diciembre. ¿Les parece loco?».

«Hoy hubo una reunión vía zoom para ‘evaluar’ una propuesta de hacer los Juegos Nacionales en Caracas con dos sub sedes (Guárico y Yaracuy) con SETENTA modalidades deportivas y más de 11 mil atletas del 8 al 19 de diciembre (…) Según lo manifestado en la reunión, hay la intención de traer a TODOS los que estén fuera del país para competir en estos Juegos, que como decía al principio al no haber pista de atletismo, la propuesta es hacer lanzamientos y saltos en el estadio universitario DE BÉISBOL».

El hecho que se haya discutido una propuesta tan descabellada como esa, habla por sí solo del nivel de improvisación que los organizadores del evento estaban dispuesto a aceptar para complacer al «hijo de Chávez». La realización de estos juegos «traídos por los cabellos» se tradujo en fallas logística relacionada al transporte, alimentación – hasta intoxicados hubo por ingerir comida en mal estado –, registro y hospedaje de las diferentes delegaciones. Además, en el aspecto deportivo llama la atención las pocas marcas batidas y la polémica alrededor de la medalla de oro ganada en la mesa por el equipo de fútbol de Carabobo.

Así pues, en esta XX edición de los Juegos – realizada en siete sedes y que hoy finaliza teniendo en lo más alto del podio a Miranda, que se coronó por primera vez, con Carabobo y Distrito Capital como escoltas – terminó teniendo como protagonista al ego autoritario, relegando a los atletas, los que se suponen eran los verdaderos protagonistas, a los avatares que sufren los «artistas de reparto».

Érase una vez unos Juegos Nacionales…  

aemora@gmail.com, @amoramarquez

12-02-2022