El Big Ben Deportivo: Yulimar… de temerle a la lluvia, a ser huracán… 

Por Andrés E. Mora M…

“Justo aquí viví. En Pozuelos, Anzoátegui. Cuando llovía, tambaleaba el techo y nos mojábamos, era uno de los momentos que me daba más miedo”, tuiteó, con fotografía del lugar incluida, Yulimar Rojas, @TeamRojas45, pocas horas antes de hacerse de su tercera presea dorada en ediciones consecutivas de Mundiales de Atletismo al aire libre, en esta oportunidad en Eugene, Oregón, al «volar» 15,47 m sobre la fosa de arena dispuesta para su aterrizaje en la prueba que domina a placer desde hace 151 semanas – que serán 152 a partir del próximo lunes 25 de julio –, el salto triple.

El nombre de «la negrita guapachosa» y consentida de El Big Ben quedó, a partir de entonces, enmarcado en oro en los anales del atletismo mundial, al convertirse en la primera triplista en alcanzar tal hazaña. Atrás, con dos títulos mundiales cada una, quedaron tres virtuosas del atletismo y exponentes extraordinarias de esta especialidad: la rusa Tatyana Lebedeva (Edmonton 2001 y París 2003), la cubana Yargelis Savigne (Osaka 2007 y Berlín 2009) y Caterine Ibargüen (Moscú 2013 y Pekín 2015), la colombiana de quien la nuestra tomó el testigo para coronarse en Londres 2017 y Doha 2019, antes de hacerlo en Eugene 2022.

En hombres, para que tengamos una idea del excepcional logro de la espigada atleta criolla, solamente el estadounidense Christian Taylor – Pekín 2015, Londres 2017 y Doha 2019 – lo logró. Ni siquiera lo consiguió el británico Jhonathan Edwards, el mítico dueño de la plusmarca mundial de tan exigente disciplina, 18,29 m impuesto en Lille el 25-06-1995, quien se coronó en los Mundiales de Gotemburgo 1995 y Edmonton 2001.

Pero es que además, la nacida en Caracas hace 26 años al imponerse en Belgrado 2022 con un fantástico registro de 15,74 m – nuevo récord del mundo indoor, by the way, como dirían los angloparlantes – se convirtió en la primera atleta en la historia en ganar tres títulos consecutivos en triple salto en los Mundiales de pista cubierta (Portland 2016, Birmingham 2018 y Belgrado 2022) para sumar seis títulos mundiales en total, la única triplista en conseguirlo, incluyendo a sus colegas masculinos. 

Así las cosas, Yulinar está a solo tres de igualar los nueve títulos mundiales obtenidos por Iván Pedroso en salto de longitud – cuatro al aire libre (Gotemburgo 1995, Atenas 1997, Sevilla 1999 y Edmonton 2001) y cinco indoor (Toronto1993, Barcelona 1995, París 1997, Maebashi 1999 y Lisboa 2001) –, objetivo que «tiene entre ceja y ceja» desde su arribo al campo de entrenamiento del habanero en Guadalajara, España, a finales de 2015.

El ahora también reconocido y exitoso entrenador cubano – que no tiene relación alguna con el «bluf» de aquellos miles de dizque entrenadores antillanos que el «padre» de la «pesadilla roja-rojita» le «metió como gato por liebre» al país, uno de los innumerables «strikes» que con su «bola» de «rabo e’ cochino», celebrada y aplaudida por las focas de siempre, le metió a los venezolanos – ha sido el artífice de «pulir ese diamante en bruto» llegado al “Team Pedroso” desde tierras venezolanas.

“Aquí viví los primeros momentos de inspiración viendo en mi televisorcito a las muchachas del softbol y voleibol en Beijing 2008 y luego a Limardo quedando campeón en Londres”, continuaría con su relato en el hilo enviado por la popular red social del pajarito azul – que en estos días anda de litigio legal contra Elon Musk, quien la dejó «con los crespos hechos» luego del «anuncio de compromiso» – la que bien puede ser considerada desde ya como la mejor triplista de la historia.

Yulimar, con sólo 12 años y bajo las goteras del «ranchito» donde habitaba con los otros siete miembros de su familia, se inspiraba con los 109 deportistas de alta competencia enviados a la capital china, la delegación venezolana más cuantiosa enviada a Juegos Olímpicos y que incluía,  por primera vez, a tres deportes de conjunto: el softbol femenino y el voleibol, tanto masculino como femenino. 

“La inversión del Estado Venezolano en el deporte ha dado sus resultados”, aseveraba Héctor Rodríguez, el actual gobernador de Miranda, para entonces ministro de deporte, en una entrevista en VTV realizada en julio 2011. “Cada vez son más los atletas venezolanos clasificados a competencias del ciclo olímpico”, agregaba. 

Sin embargo, no pasaría mucho tiempo para que nos percatáramos de que aquello se trataba de puro «buche y pluma». La sólida estructura descrita por Rodríguez no pasó de ser una de esas viviendas inconclusas dejadas por Alex Saab en la urbanización Las Vegas II, ubicada en Los Guayos, estado Carabobo, analogía a la que recurrimos para señalar la magnitud de otro enorme desaguisado – aunque no, precisamente, por falta de «guiso», según las malas lenguas – del chavismo. El deporte de alta competencia venezolano tenía más goteras que el «ranchito» de Yulimar en Pozuelos.

«Ruben Limardo en su Twitter (19 de Marzo) denunció que clasificó sin apoyo del Ministerio del Deporte https://pic.twitter.com/H8FfZpIn”, tuitearía la periodista Elizabeth Fuentes, @fuenteseliz, el 01-08-2011, día en que el bolivarense ganaba la segunda medalla de oro olímpica para el país. Limardo sería el primero en denunciar que las divisas prometidas no le llegaban. En octubre 2013 explotaría el caso conocido como “cadivismo deportivo”. La Fiscalía y la ministra del Deporte en ese momento, Alejandra Benítez, denunciaron falsificaciones y pedidos fraudulentos de altas asignaciones de divisas en ese ministerio a través de Cadivi. Nunca se supo con certeza lo que sucedió después, pero la ministra denunciante tuvo una fugaz gestión al ser removida de su cargo.

Así pues, el olimpismo venezolano no disfrutó las mieles de la mayor bonanza petrolera vivida en el país. Ahora, por el contrario, sufre las consecuencias de la atroz gerencia deportiva del régimen.   

A estas alturas, Yulimar pasó de temerle a la lluvia, a ser huracán… mientras que al deporte de alta competencia criollo se le vino abajo el «rancho»…

      Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo           

      aemora@gmail.com, @amoramarquez

      23-07-2022