En la cápsula del tiempo

Por: Rosalba Castillo…

La humanidad entera se ha sentado en estos momentos a ver un poco hacia atrás. Mirando de reojo el año que recién se esfuma para visualizar el próximo 2022. Nos proponernos dejar atrás lo vivido. Muchos estamos arropados por la tristeza y el dolor, al haber perdido seres queridos. Otros caminamos entre hospitales, farmacias y terapistas para recuperarnos física y emocionalmente de las secuelas de esta tormenta. No ha sido nada fácil sobrevivir a la pandemia. Usualmente cada año nuevo, tenemos firmes propósitos, como adelgazar, encontrar pareja, planificar vacaciones, organizar nuestros espacios, hacer deporte, leer más, adquirir algún bien, estudiar, en definitiva, dar un reinicio a nuestras vidas.

Terminar este año es diferente, nuestra pirámide de prioridades se ha modificado. No solo queremos deshacernos de la ropa que no nos queda, sino también de muchos otros hábitos que ya resultan obsoletos. Mas allá de dinámicas diarias, la revisión va mucho más al fondo. Hemos aprendido en nuestra propia piel lo que significa estar detenidos en una capsula del tiempo. Con nosotros mismos. Nos ha tocado un viaje al interior de nuestro ser. A veces solos, en ocasiones con la familia, o las mascotas, en otras a través de las pantallas y en muchas veces, en una inmensa soledad. Con un aprendizaje forzado, nuestra mirada sobre el 2022 está escrita más con el corazón que con los objetos materiales. Muchos de ellos han conformado parte de nuestras historias familiares y personales. Deshacernos de ellos puede ser doloroso o liberador. Pero, esa pérdida es un puente que nos lleva a otra orilla. Han sido días atípicos, llenos de mascarillas, vacunas, miedos y soledad. Estoy realmente convencida que nuestro gran aprendizaje es el valor a la vida. Estar vivos es la gran recompensa.

Hoy comenzando las paginas en blanco del nuevo año, hay mucho por escribir, ordenar, reciclar y reiniciar. Ese placer de anotar en libretas, pudiera ser inútil,. Sin embargo, aquello que escribimos queda impreso en nuestro ser, en nuestra alma, siendo imposible olvidarlo. Hoy es un buen momento para iniciar un gran proyecto donde seamos los protagonistas. Ser   capaces de dirigir y controlar nuestra vida, guiados por nuestra inteligencia. No debemos quedarnos anclados en el presente, ni pensando en lo incierto del futuro. Sentimos nostalgia por aquello que ya no hay y miedo a lo que desconocemos. Construimos con nuestros pensamientos, actitudes, y acciones. Hoy es un buen momento para edificar ese gran plan que arranca y llega al corazón.

 Viviendo cada instante como momentos de felicidad para nosotros y para los otros. Hagamos un inventario de aquellos con lo que contamos, de eso que podamos fortalecer, pero también de todo lo que necesitamos desechar. Hay muchas herramientas para ser mejores personas.  Ya aprendimos a conocer que somos más felices, al dar que al recibir, así que aparte de trabajar en nosotros, incluyamos en nuestros propósitos hacerlo con los demás. Podemos comenzar con los más cercanos, y luego con aquellos conocidos que requieren siempre de nuestra solidaridad. Corramos a expresarles nuestro afecto. 

Lo más importante al escribir nuestras intenciones para este venidero año, es la capacidad de profundizar en la manera cómo las desarrollaremos. No conformarnos con apuntarlas sino precisar cómo las haremos realidad. Incluyendo el hacer revisiones periódicas cada cierto tiempo para evaluar los avances obtenidos. No se trata de que agotemos nuestros   deseos. Pero, si que incluyamos acciones para cada una de las esferas de nuestras vidas. Partiendo desde áreas personales, familiares, profesionales, espirituales, de salud, financieras, creativas, ambientales, deportivas y comunitarias. Se trata de un compromiso para mejorar. Para reconciliarnos con nosotros mismos. Para volver al corazón y encontrar la paz interior. Vivir de otro modo. Con una mirada hacia adentro logrando así, aceptarnos, comprendernos   y perdonarnos. Se trata de plantearnos preguntas esenciales sobre cómo somos, a dónde queremos ir, cómo lo conseguimos, Tener claro qué quiero hacer, cómo resolver los nudos de muestras vidas. Cómo tomar las mejores decisiones   para lograr el bienestar y la mayor felicidad posible en nuestras vidas. Solo así podremos irradiar alegría y paz en nuestro entorno, llevándolo a nuestra aldea global.

Nunca en ningún año hemos ganado tanto como en el que concluye. Ha sido un año para despertar. No perdamos el tiempo. Seamos siempre nuestra mejor versión. El mundo nos necesita mejores y unidos.  Tomemos decisiones ,a  pesar del dolor.

01-01-2022

rosaltillo@yahoo.com