La Solemne Eucaristía se realizó en la Catedral Basílica Inmaculada Concepción presidida por el Arzobispo Metropolitano de Mérida Mons. Helizandro Emiro Terán Bermúdez OSA, junto al Clero, religiosas, religiosas, seminaristas, movimientos de apostolado y fieles que asistieron masivamente a la ceremonia.
El Rito de la Ordenación Presbiteral se inició con el llamado que hizo el Pbro. Julio León Rector del Seminario San Buenaventura de Mérida a cada uno de los Diáconos quienes se colocaron frente al altar, luego le solicitó al Arzobispo su Ordenación Presbiteral.
Los Diáconos Luis Alejandro Salas Araque de la Parroquia San Buenaventura de Ejido, Ronny Joel Quintero Quintero de la Parroquia San Miguel de El Llano, Carlos Gustavo Araujo Uzcátegui de la Parroquia Santa Lucía Basílica de Timotes y Jonatán Josué Rodríguez García de la Parroquia San José de Mucuchachí fueron aceptados por el Arzobispo al Orden Presbiteral, recibiendo un fuerte aplauso de los presentes.
Después de la Homilía del Arzobispo Metropolitano de Mérida enmarcada dentro la Solemnidad de la Inmaculada Concepción hizo referencia a cada uno de los presentados al Orden Presbiteral y se inició la ceremonia de Ordenación.
El Arzobispo les hizo un interrogatorio en cuyas respuestas manifestaron ante el Pueblo de Dios su voluntad de recibir el Ministerio Presbiteral, comprometiéndose a desempeñar como buenos colaboradores del Orden Episcopal y dejándose guiar por el Espíritu Santo.
También manifestaron presidir con piedad y fielmente la celebración de los misterios de Cristo, especialmente el sacrificio de la Eucaristía y el Sacramento de la Reconciliación.
Luego, cada uno se acercó hasta el Arzobispo, de rodillas colocaron sus manos juntas con la del Pastor, señal de manifestación pública de estar unidos al servicio de Dios y de los hombres con la promesa de obediencia al Arzobispo y sus sucesores.
Con la Postración en el piso del Altar Mayor de la Catedral, como signo de humildad y pequeñez del hombre ante Dios, fue el momento en el que pidieron la fuerza y protección de Dios Padre en el ejercicio del ministerio que hoy la Iglesia les concede, los fieles como partícipes de esta celebración se unieron cantando las Letanías de Los Santos.
La Imposición de Manos y la Oración Consecratoria son el centro de la Ordenación Presbiteral, gesto para invocar al Espíritu Santo en estos cuatro elegidos que se acercaron, uno a uno al Arzobispo, y luego cada uno de los sacerdotes presentes hizo la imposición.
Cumplida la imposición, ya son Presbíteros, por tal motivo, reciben de cada uno de sus padrinos los ornamentos propios: La estola, la casulla y el escapulario.
Posteriormente, cada uno recibió la Unción del Santo Crisma en las manos, las cuales les fueron atadas por el Arzobispo, posteriormente, sus padres se las desataron.
Para finalizar el Rito de la Ordenación Presbiteral, el Arzobispo le entregó a cada uno, el Cáliz y la Patena, luego, de rodillas, les besó las manos y les dio el abrazo de la paz. Igual gesto, realizaron cada uno de los sacerdotes en señal manifiesta por haber recibido el Orden Presbiteral.
Después de la Comunión, el Pbro. Janatán Josué Rodríguez García, en nombre de los recién ordenados, dio las gracias a los Arzobispos Cardenal Porras y Helizandro Terán, al Seminario San Buenaventura, al clero ahora hermanos en el sacerdocio, a las Parroquias donde les tocó servir, a sus padres y familiares, y finalmente una petición a María Santísima Inmaculada Concepción para siga iluminándolos ante el compromiso asumido.
Un hermoso gesto puso punto final a la ceremonia, los ahora Presbíteros se arrodillaron ante sus padres y hermanos en agradecimiento por haberles acompañado siempre y recibir sus bendiciones, luego, los padres y hermanos se pusieron de rodillas para recibir la bendición de sus hijos y hermanos, ahora ya como sacerdotes.
Que mejor regalo para nuestra Arquidiócesis, hoy día de la Inmaculada, que ver crecer al clero, cuatro nuevos sacerdotes para al servicio de todos, cada uno desde lugares distintos donde les toca iniciar su gestión pastoral.
Freddy Criollo Villalobos
Oficina de Prensa
Arquidiócesis de Mérida
08/12/23