“Lo peor en la vida, es caerse a mentiras uno mismo ya que uno mismo ni se las cree” un decir antaño que viene a pelo en la presente temporada vacacional de Semana Santa en Mérida, a punto de concluir, que lamentablemente, no llena las expectativas que tenían, los que de una u forma y manera, están inmersos en el sector turístico andino merideño venezolano.
Poca afluencia de turistas ha tenido Mérida, en esta Semana Santa, una realidad que no puede negarse ni mucho disfrazar con cifras que son imposible de creer, por mucho que pretendan maquillarlas, toda vez que ha sido una temporada santa en penumbra, los pocos que se atrevieron venir a esta ciudad, se han visto torpeados por las fallas de luz, agua, del servicio de internet, puntos de venta, la no operatividad del Teleférico “Mukumbarí”, entre otros factores, por demás super consabidos.
Temporada santa en penumbra, la de Mérida. El escaso flujo de turismo, viene y se va, de una vez. Los que se han hospedado en algunos hoteles y posadas, se quejan de la falta de agua caliente por efectos de no haber gas, costos de habitación por las nubes y paremos de contar, lo que de cara, a lo que sería la venidera temporada vacacional de agosto, debería ser de entera reflexión por parte del sector oficial y privado, si realmente, esperan que Mérida siga siendo considerada como destino y mercado turístico regional y nacional.
Gústeles o no, se hace imperante y necesario, que todos los involucrados en la industria del turismo merideño, sin distingos de clase y posición, unifiquen esfuerzos para reimpulsar al sector turismo, que los elementales servicios básicos públicos funcionen a cabalidad, se promocione sin discriminación a nivel nacional a Mérida, lo que no se hace como debería ser, entre otras acciones, porque de lo contrario, el turismo en esta entidad federal andina, seguirá en penumbra .
Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229
15-4-2022
