La gravísima y nociva situación de los cortes de luz eléctrica y los cambios de voltaje en nuestro Estado, están causando un cuadro complejo de patologías que afecta la salud, tanto física como emocional de los ciudadanos. No se trata simplemente de que con cada nuevo apagón la cotidianidad se nos trastoca, sino que va más allá, cruza límites insostenibles, donde la población se está enfermando y ya no aguanta más esta especie de tortura al mejor estilo de la inquisición, porque es como si en Venezuela, y en especial en los Estados Andinos., hubiéramos retornado a la vida de antes de la era industrial, pero el mundo vive en la siglo XXI.

En este sentido Comunicación Continua preocupada por la salud de los merideños, decidió consultar la opinión de destacados psiquiatras para conocer cómo inciden estos cortes de electricidad en la estabilidad emocional de la ciudadanía.

Hablamos, en primer lugar, con la doctora Marianela Valecillos Gómez, médico psiquiatra,  egresada de la Universidad de los Andes. Ella, joven, estudiosa, y dinámica dotada de una calidad humana excepcional, ayuda a sus pacientes con dedicación, profesionalismo y su forma empática de ejercer. A ella le preguntamos:

AE.-Doctora, ¿cómo están afectando los continuos y largos cortes de electricidad a los merideños?

MV.–Hoy más que nunca- responde la doctora- en el país se ha incrementado de manera súbita la morbilidad (cantidad de personas que enferman en un lugar y un período de tiempo determinados en relación con el total de la población) de enfermedades mentales. La falta de servicios básicos, y específicamente los problemas con la energía eléctrica han generado un deterioro en la cognición como seres humanos. Se observa, en consulta, el incremento diario de patologías como: insomnio, irritabilidad, pérdida del interés por las actividades diarias, disminución del apetito, llanto, tristeza, postración, que crea ataques de pánico, trastornos depresivos, trastornos del sueño.

AE.–Doctora: podríamos decir que toda la población está siendo severamente afectada por la inestabilidad del fluido eléctrico ¿qué otros problemas se pueden presentar en este sentido?

MV.-La falta de energía eléctrica- explica Marianela Valecillos –ha originado envejecimiento precoz, pérdida de peso, y anulación social que es el riesgo extremo de somatizar y puede originar patologías físicas como diabetes, cáncer, hipertensión que, lamentablemente, acortan la vida de las personan sin poder generar alternativas.

AE.–Qué edades están siendo más afectadas por estos problemas de salud?

-Las edades en donde existen mayores aumento o aparición de síntomas son: adultos mayores con riesgo de complicaciones de patologías preexistentes como demencia y depresión, y en los adolescentes, pensamientos constantes de huidas, de anhedonia (incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades), y postración,  anulando el sentido de la vida.

AE.- Antes este panorama tan complicado qué medidas de “prevención”, por llamarlas de alguna forma, podrían tomarse para atenuar todas estas patologías que hemos mencionado?

MV.–El acompañamiento es fundamental. La soledad en estos momentos puede llegar a ser contraproducente. Hay que Intentar hacer horarios para preparar los alimentos, a fin de  aprovechar la electricidad cuando llega,  y así evitar pasar muchas horas sin comer.  Es importante mantener las horas de comida, en familia, si es posible, Debemos – enfatiza nuestra terapeuta- expresar las emociones. Debemos darnos permiso para: llorar, reír, gritar. Podemos escribir lo que nos plazca: llevar un diario, por ejemplo. Asimismo es recomendable leer, que es una terapia para alejarnos de los pensamientos que nos afectan porque estamos concentrados en otras historias. De igual manera, tratemos de practicar ejercicios físicos: aeróbicos y anaeróbicos: caminar, salir a pasear en contacto con la naturaleza. Y por supuesto- añade la doctora Valecillos- el apoyo que podemos brindar los especialistas, es decir el apoyo terapéutico, a todas aquellas personas que lo ameritan.

La triste y acuciante realidad que confrontamos

Las explicaciones de la doctora Marianela Valecillos no dejan lugar a dudas sobre la terrible problemática que representa para la salud mental y física de la ciudadanía, el deterioro en la calidad del suministro de energía eléctrica al cual estamos sometidos diariamente. Si le añadimos a esto, la crisis de la gasolina, el gas, el agua y la pandemia del coronavirus que no deja de atacar, tenemos un caldo de cultivo para enfermarnos de cualquier patología. Es por esa razón que debemos poner en práctica los consejos de los especialistas y sobre todo tener mucha fe, en que “la noche jamás ha vencido al amanecer, así como tampoco un problema ha vencido a la esperanza, no desfallecer ante las dificultad, lo único que no tiene solución en este mundo es la muerte, echa mano de todas tus fortalezas y enfréntate con ese inmenso valor que vive en ti ante cualquier problema, mientras haya vida siempre hallarás la manera de superar lo que sea”. Bern Williams

Exigir el derecho ciudadano de contar con servicios públicos de calidad no es un capricho, ni deseos de causar sabotaje en algún sector. No. Los organismos a quien corresponda deben actuar con celeridad y en atención a las recomendaciones de especialistas en la materia, que desde hace mucho tiempo vienen poniendo las soluciones sobre la mesa, pero,  el gobierno nacional, empeñado en priorizar otras acciones, ha hecho caso omiso a los llamados de auxilio de una ciudadanía que siente y padece de un trato ignominioso sin un servicio eléctricos de calidad.

 Redacción. A.E. C.C.