Harry y la teoría de los cinco ceros

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

Las últimas medidas económicas tomadas por el régimen de Maduro parecieran más una saga de una novela trágica y cómica que un conjunto de acciones coordinadas, discutidas y estudiadas, para detener la caída brutal que experimenta nuestra economía. El aprendiz de caudillo ha perdido todos los poderes entregados por su protector, ni siquiera aparece volando para darle consejo en estos días apagados que vive la revolución, el pajarito mañanero que trinaba melodiosamente. Se esfumó dejando al pobre Harry a merced de las fuerzas malignas del imperio, quien se confabula con algunos magos locales para desmontar el mundo mágico de la revolución bolivariana. A pesar de las dificultades que enfrenta, nuestro aprendiz buscó en la biblioteca revolucionaria y consiguió que la teoría de los cinco ceros podría revertir tanto daño causado a la economía venezolana por la guerra económica y el cerco financiero internacional.

La teoría de los cinco ceros tiene su origen en Japón, en lo que se denomina la filosofía del «justo a tiempo», desarrollada por la empresa Toyota. Con su aplicación el ciudadano debe sentir que el gobierno le ofrece productos y servicios de calidad, en términos de tiempo y costo ajustado a las condiciones del entorno. En otras palabras, existe una coordinación quirúrgica de toda la estructura de gobierno para que la población perciba una mejora en su calidad de vida. La filosofía busca obtener una productividad que haga cero los valores destructores de valor, lo que en teoría parece muy sencillo. Harry Maduro y su banda constituyente enfrentan en este momento un motín, derivado por el desastroso desempeño en materia de políticas públicas. Sin embargo, la eliminación de los cinco ceros será el golpe de magia de su maltrecha varita mágica, confiada a él por su comandante eterno. La Dictadura confía ciegamente en ese postrero chispazo de la varita.

El primer cero se refiere a cero defectos. En esta casilla el país está minado por fallas de todos los servicios, sin exclusión de ninguno. Las obras encomendadas produjeron saqueos y robos groseros en estos 19 años de revolución. La gestión del gobierno es un defecto continuado, por lo que será difícil que con la eliminación de este primer cero la nación avance por un camino distinto al transitado hasta el momento.

El segundo cero tiene que ver con las averías, la burocracia y la corrupción percoló toda la estructura de gobierno. Manteniendo la estructura de gobierno en una avería permanente se agotaron los responsables por los apagones, fallas de agua, gas doméstico, gasolina y datos que hacen la vida insoportable. El mantenimiento fue abandonado dejando a las empresas públicas y privadas en condiciones imposibles para competir, condenadas al fracaso absoluto. La situación de la salud no podrá resolverse con eliminaciones de ceros, requiere la atención especial y urgente en este estado de crisis humanitaria.

El tercer cero tiene que ver con los stocks o almacenes, en esto sí que el régimen cumple al pie de la letra la filosofía del «cero», es decir no hay nada guardado, no hay alimentos, medicinas, repuestos, insumos ni ahorros. Toyota debería darse una pasaíta por Venezuela para que observe cómo se aplica una política de justo a tiempo, para practicar un genocidio selectivo en la población.

El cuarto cero es la oportunidad precisa para recibir el bien o servicio sin retrasos. La justicia es el mejor ejemplo de cómo se aplica la filosofía al mantener a venezolanos en las cárceles sin audiencias, cargos ni procesos ajustados a la Constitución y la Ley. Los retrasos son utilizados como herramienta política de confinamiento. La justicia a destiempo es injusticia. Los acuerdos alcanzados para la liberación de algunos presos políticos fueron un chantaje grotesco para silenciar los reclamos. Todos los liberados tienen medidas que limitan el ejercicio pleno de sus derechos.

El quinto se refiere a cero burocracia. La Dictadura encabezada multiplicó a niveles escandalosos la estructura de gobierno con ministerios nuevos, totalmente inútiles, vicepresidentes territoriales, vicepresidentes regionales y una estructura militar con generales para atender desde panaderías hasta vender productos agrícolas. La burocracia en estos 19 años de revolución creció al mismo ritmo que la corrupción.

Lastimosamente, los ciudadanos no esperamos nada de esta nueva treta de Maduro para mantenerse en el poder sin tomar en cuenta los reclamos de una sociedad asqueada de tanto abandono y burla. No hay soluciones mágicas, la única posible es el abandono del poder por esta casta incapaz, incompetente y profundamente corrupta.

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