Hoy comienza una nueva temporada del beisbol en las Grandes Ligas

El beisbol de Grandes Ligas no es sólo una de las mayores industrias económicas de Norteamérica. Es también un buen negocio y un pasatiempo de primer orden en el área del Caribe, amén de ser también una vía para el ascenso social de muchas familias desfavorecidas en dicha región. Así pues, el deporte de los nueve innings representa para Venezuela una parte fundamental de su identidad desde que el 23 de abril  de 1939 el pitcher derecho Alejandro Carrasquel se trepó al montículo para defender el uniforme de los Senadores de Washington.

Son ya casi 500 los criollos que han logrado obtener desde entonces el grado o status de “grandeliga”, con el reconocimiento público que tal mote implica. Muchas de las más notables hazañas deportivas de las que ha podido disfrutar el país se han gestado en esta disciplina. Luis Aparicio, Alfonso “Chico” Carrasquel, Víctor Davalillo,  Antonio Armas, Jesús Marcano Trillo, Baudilio Díaz, Andrés Galarraga, Omar Vizquel, Wilson Álvarez, Edgardo Alfonzo, Bob Abreu, Johan Santana, Félix Hernández, Salvador Pérez, José Altuve, Miguel  Cabrera, Pablo López, Gleyber Torres o Ronald Acuña Jr son sólo algunas de las figuras más importantes que han brillado en la llamada “Gran Carpa” y que lo seguirán haciendo durante mucho tiempo.

El beisbol de Grandes Ligas ha atravesado diferentes etapas, reglas, ambientes políticos y de raza, situaciones salariales y de derechos para los jugadores. La era actual no escapa a esa dinámica y desde la temporada pasada son también varios los cambios que han llegado al juego; el reloj con límites de tiempo de ejecución para lanzadores y bateadores, la eliminación de las formaciones defensivas especiales, el tamaño de las almohadillas y la realización de series en Asia,  Europa o Centroamérica son algunos de los más importantes. La audiencia impone a su manera muchos de esos cambios y la oficina del comisionado los ejecuta sobre la marcha.

Referente a los venezolanos hay varios peloteros a los cuales seguir con especial atención esta temporada por lo notable de sus carreras. Esta será la primera campaña durante las últimas dos décadas en las que el toletero Miguel Cabrera no dirá presente como jugador activo, esto luego de haberse retirado en 2023 pleno de logros, inmerso en responsabilidades  gerenciales de los Tigres de Detroit y sólo a la espera de su lugar en el templo de los inmortales.

También será una justa para presenciar el despliegue del talento natural que posee el jardinero Ronald Acuña Jr  luego de su impactante 2023 donde creó su propio club del  40/70, cuarenta o más jonrones y 70 o más bases estafadas. Es sin lugar a dudas una de las caras del juego a nivel global y que con salud sencillamente puede que no tenga techo a nivel estadístico. Es muy probable también que muy pronto su organización los Bravos de Atlanta reconozcan su impacto en la industria y le otorguen una sustanciosa mejora salarial sí se compara con los grandes pactos que se han firmado durante los últimos dos o tres años.

Especial atención despertará también lo que pueda hacer el camarero José Altuve con sus Astros de Houston. Parte con un bonito pero difícil reto de avanzar a buen paso hacia los 3.000 imparables para dentro de algunas temporadas unirse al legendario Miguel Cabrera como los únicos dos venezolanos en arribar a esa mítica cifra. La novena del estado de Texas le extendió durante los entrenamientos primaverales su vínculo contractual por lo que tendrá la oportunidad garantizada al menos de intentarlo. Hoy cuando Altuve escuche la voz de playball su cuenta arrancará en 2047 inatrapables.

Por su parte  Gleyber Torres tendrá que hacer lo propio para tener de nuevo una sobresaliente actuación en el segundo cojín de los Yankees de Nueva York y así convencer al alto mando de esa organización que merece un pacto multianual. Es el venezolano que más encuentros ha jugado para los llamados “Bombarderos del Bronx” con 734. En sus seis zafras arriba ha disputado dos juegos de estrellas  y en al menos cuatro de ellas ha disparado  por lo menos 24 cuadrangulares.

El pitcheo no podía quedar por fuera y el espigado derecho Pablo López tomará la bola de nuevo el primer día de la temporada para acaudillar a los Mellizos de Minnesota como el as de su rotación e indicar el camino que los de Minneapolis deben transitar hacia una nueva postemporada. En 2023 asistió a su primer juego de estrellas, lanzó la mayor cantidad de episodios  de su carrera con 194 y ponchó a 234 bateadores en la Liga Americana para meterse desde ya en la élite del pitcheo de las mayores. Al día de hoy su nombre aparece en la mayoría de las quinielas como uno de los más fuertes candidatos a ganar el premio Cy Young del  joven circuito.

A su vez esta temporada tendrá la novedad de tener a otro venezolano como manager a tiempo completo en un equipo de Grandes Ligas cuando hoy Carlos Mendoza comience su camino como piloto de los Mets de Nueva York. Un gran desafío pero con las mayores expectativas del caso gracias a su bien ganada reputación en el negocio como hombre de beisbol, trabajador y de muy buena comunicación con los peloteros. Es realmente exclusivo ser manager en el big show pues son sólo 30 los puestos de esta naturaleza.      

El beisbol del más alto nivel dice presente de nuevo en el quehacer diario de los venezolanos donde su jerga es presencia diaria. En un país obligado todos los días  a hacer la carrera del gane en el cierre del noveno.

 Luis Alberto Morales

28 de marzo de 2024