La Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu) emitió un comunicado en el que denunció el desmantelamiento de las universidades del país, tanto de gestión pública como privada, a través de medidas que han violado sus autonomías financieras y económicas.
Cecilia García Arocha, rectora de la Universidad Central de Venezuela y presidenta de la Averu, compartió el escrito en el que explica que uno de esos ataques a los centros de estudios es «la imposición de tabuladores salariales que llevan a los trabajadores universitarios a subsistir por debajo de los índices de pobreza».
A ello se le suma la escasa dotación de recursos económicos por parte del Estado a las universidades para que realicen sus respectivos procesos de mantenimiento, además de la intervención en los precios de las matriculas estudiantiles en casas de estudio privadas.
«El reciente despojo de la asignación de recursos para el pago de personal, para ser ejecutado por la plataforma patria, viola la autonomía económica y financiera de las universidades Nacionales Autónomas y Experimentales», criticó.
Averu pidió a la Sociedad Civil que defienda las casas de estudio de Venezuela en momentos en los que se les dificulta subsistir y educar a los estudiantes.
La misiva de la asociación enfatiza que en medio de la pandemia por el covid-19, los profesores de las universidades están percibiendo salarios con lo que no logran hacer frente a la realidad económica del país.
También exigió un plan de vacunación nacional para que los centros de estudios puedan reabrir sus puertas y dictar clases de manera presencial.
«La presencialidad es inherente a la formación académica, en todas las áreas del saber y es imposible de lograr en aquellas áreas donde deben cumplirse prácticas de laboratorios y trabajo de campo», denunció.
Por último, Averu reafirmó su condena al abandono de la educación por parte del Estado venezolano, además de otras áreas de relevancia.
«La Asociación Venezolana de Rectores Universitarios se solidariza y denuncia la grave crisis social, humanitaria y de salud que padece la población venezolana; la total carencia de alimentos, medicamentos y servicios básicos que ahogan en el desamparo», reza parte del texto.
