La “Cumbre” de los vices

Por: Fernando Luis Egaña…

La muy costosa “Cumbre del Movimiento de los Países No-Alineados”, que acaba de realizarse en Margarita, tuvo una particularidad muy menguada. A la misma asistieron muy pocos jefes de estado y de gobierno, si tomamos en cuenta que esa organización internacional tiene 120 países que son miembros plenos y 14 países que son miembros observadores.

Sólo una pequeña fracción de los gobernantes máximos de esos países se acercó a Margarita. La gran mayoría de los países miembros u observadores estuvo representada por vice-primer ministros, vice-presidentes, vice-cancilleres, vices de esto y de lo otro. De allí que fuera una cumbre de segunda y hasta de tercera categoría, en lo que a representación política se refiere.

No faltaron Mugabe de Zimbabue, o uno de los jefes de Maduro, el general-presidente de Cuba, Raúl Castro, o el locuaz ecuatoriano Rafael Correa. Vinieron otros mandatarios de menor importancia, y casi todos los que están enchufados al fisco venezolano desde hace años. El nica Daniel Ortega, por ejemplo. El más nombrado internacionalmente fue el presidente de Irán.

¿Cuánto costó la gracia de la “Cumbre”? Una fortuna, desde luego. Y una fortuna en dólares, no faltaba más. Nada congruente con la situación de crisis humanitaria que padece el país, por las acciones y omisiones de la hegemonía roja que ahora encabeza el sucesor. Pero nada de eso le importa a Maduro, a sus patronos castristas, y a sus cómplices de variada índole. Para todos ellos lo que importa es la propaganda. Lo demás es inmaterial.

El Movimiento de los No-Alineados (Mnoal), fundado en 1961 por tres grandes de la política, el primer ministro de la India Jawaharlal Nehru, el presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, y el de Indonesia, Sukarno –a los cuales se les sumó después el mariscal Tito de Yugoeslavia–, llegó a ejercer una influencia destacada en la dinámica binaria de la Guerra Fría. Pero todo eso empezó a decaer cuándo se celebró la Cumbre de La Habana en 1979, y Fidel Castro –que vivía de los soviéticos, se quiso transmutar en el adalid de los no-alineados. La credibilidad del Mnoal se fue erosionando con rapidez.

Y ahora la “Cumbre” de Margarita se parece a una estocada final. Una cumbre deslucida, desdeñada por la mayoría de los jefes de estado y de gobierno de los países miembros, y una cumbre realizada en una nación que va en picada. La “Cumbre” de los vices, fue mala para Venezuela, para el Mnoal, pero la hegemonía roja no escatimará recursos para sacarle punta.

flegana@gmal.com