La fabricación del presente, su TIC

Por: Gerard Paez Monzón…

«Tic» es un tramo de tiempo entre el pasado y el futuro que se desenvuelve con fibras  del  movimiento del espacio, y simultaneámente éste  se desenvuelve (su tramo) entre el pasado y el futuro con fibras del movimiento del tiempo «Tic»; he aquí, el ‘Presente’, el ahora.

El ‘Presente’ refleja la mente del Universo, su danza cósmica, así como nuestros ‘Presentes’ reflejan nuestras mentes, nuestras acciones. El ‘Presente’ es como una sala de teatro que acoge una obra (una vida, un instante) durante un «Tic».  Su entretelón es movido por la consciencia; cerrado, detrás de bastidores, se reproducen simultáneamente todas las posibles obras, -como un tal gato de Schrödinger que estando en una caja oscura , estaría en sus dos estados posibles al mismo tiempo: «vivo» y «muerto», gracias a las multiples manos de sus electrones y la posibilidad de un chispazo de radioactividad.  Al abrir la consciencia, cada entretelón, en ese preciso «Tic» colapsan todas las posibilidades, y una de ellas es: «la realidad que vivimos». Es una vida que no se escribe, aparece, emerge al adherirse recíprocamente las valencias de los elementos que componen la posibilidad  más cercana a mi yo. Alumbrar la caja oscura de Schrödinger es matar ó no a su gato  omnipresente; es hacer colapsar la coherencia. «La realidad que vivimos» es la mirada que nos ofrece nuestra butaca actual  (entre todas las otras posibles butacas) en el teatro, y es determinar inherentememente el teatro, el universo, la  caja oscura (entre todas las posibles cajas) que hemos alumbrado. Somos parte de la obra, la obra y yo es un «tu&yo»,»estamos hechos de las mismas estrellas», esculpimos el ‘Presente’, la vida, con nuestra mirada, igual como el escultor lo hace ante la piedra de mármol con su martillo y cincel «que contiene escondida en ella, todas las obras posibles».

Agarremos entre nuestras dos manos, la pieza de  teatro jugada  en un «Tic» con todos sus detalles, ya colapsada como ‘Presente’, y bauticémos  todo eso como «Eso». «Eso» es, en el ahora, nuestro pensamiento, que identifica, decíamos, el numéro de la butaca (el ángulo de la mirada); e igual, todos los «Eso»s de todas las butacas (del teatro), es el pensamiento del Universo, determinando además, decíamos, el numéro del Universo en el que nos encontramos como cualquier grano de arena, como cualquier gato de Schrödinger.

Sí pudieramos ahora, congelar a cualquiera de los «Esos» materializados aquí referidos, para rebanarlo con una hojilla de un segundo. La tal vez sorpresa para unos pero no para la naturaleza sería que, esa hojilla no cortaría el «Eso» del ser humano. Los que se han dedicado al «Eso», recomiendan dejar vacante la posición (hojilla) del segundo, y ocupar la escala (usar la hojilla)  de la milésima; por lo que se estima que el «Tic» dura aproximadamente unos cuantos milisegundos en el cerebro humano, «That’s it!, be happy with it» dicen los neurocientificos hoy. Luego de rebanarla, podemos poner una hoja rebanada del pensamiento, del «Eso», en un microscopio para observar en lo posible, sus constituyentes. Observaremos fibras del «Tic» y fibras del espacio, pero se percibirá algo en silencio, algo que no se podría expresar en ese ‘Tic’ ni a su mejor amiga colega experta, por lo que decidiremos abstraer una fibra de la rebanada, cualquiera de las fibras, piensa que le da igual. Al seccionarla en una rebanadora atómica, confirma la sospecha: El tiempo y el espacio ocupan la misma dimensión, distinguiéndose de la dimensión «altura» que no ocupa la dimensión  «ancho». El tiempo está como constituyente del espacio, y el espacio como constituyente del tiempo, algo que decíamos al inicio….y aún más,  al continuar  rebanando los átomos haciendolos fracturar por técnicas de choques, las partículas fragmentadas que salen volando tienen sabor a algo más, a otra cara del Universo. Se concluye más por incomprensión que por cansancio que la mejor manera de rebanar el «Eso» es usar la rebanadora de la meditación, al ver que el tiempo es materia y la materia es tiempo.

Sí la consciencia maneja «le rideau du teâtre», no maneja el «casting», si participa. La subconsciencia tiene aire de ser el amo (del ángulo de la mirada): «No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor». Los sentidos son muy importantes en la selección de elenco, aumentan el flujo de actores a pesar de su gran cualidad de filtraje. En su viaje hacia la tarima del teatro   llegan vestidos de contextos, semánticas, diálogos, etc. Las memorias igual, sólo que cada episodio fue vestido con el grado de felicidad para ese ‘Tic’ vivido. Cada sentido y memoria hacen orquestrar un ‘Presente’ en uno al vertir  sus aguas de información como cataratas sobre la tarima correspondiente. Se compondrán todas las obras posibles, lo sabemos, todos los  «Eso»s posibles, simultáneamente en cada teatro posible. La posición de la butaca en el  teatro representa la formación y densidad humana del individuo sentado, marcando así  la probabilidad más cercana de la obra que colapsará al abrirse el entretelón. Es así que la vida se lleva en un ‘Presente’ continuo con marcos de ‘Tics’ solamente por nuestros no-consonantes  sentidos.

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