24 de noviembre de 1994 marcha de los bueyes en Mérida. Foto referencial.

Mérida.- El 24 de noviembre de 1994, los campesinos del páramo merideño representando los municipios Rangel, Pueblo Llano, Miranda y Cardenal Quintero, realizaron una marcha en la ciudad de Mérida, logrando marcar un precedente para ser tomados en cuenta. Esta marcha nace en protesta a la represión, por la aplicación del Decreto 1658, que prohibía la siembra, construcción de casas, entre otros, basándose en que ésta era una zona de régimen especial por la ubicación del Observatorio Astronómico Nacional de Llano del Hato.

Luego de meses de organización en decenas de comunidades del Páramo, los campesinos acuerdan realizar la gran marcha de los bueyes, que consistió en el traslado de estos animales de trabajo, para marchar en la ciudad de Mérida. Fueron trasladadas 214 yuntas en camiones de ganado, partiendo desde la Vuelta de Lola específicamente desde la urbanización Santa María, donde los bueyes con obediencia bajaban de los camiones, recorrieron todo el centro de la ciudad, pasando por la plaza Bolívar y tener como destino final el Campus Universitario en Campo de Oro. Durante el recorrido los bomberos regaban con sus camiones cisternas para evitar que el calor del pavimento afectara el caminar los animales.

Acompañaron y respaldaron enérgicamente la actividad, los dirigentes parameros, se recuerda algunos de ellos, como el Maestro Victor Araujo, Carlos Avendaño, Gregorio Balza (Goyo Patón),  Rodrigo Villareal, Onias Villareal; representantes de la Iglesia, el Cardenal Baltazar Porras, el Arzobispo de Mérida Miguel Antonio Salas; Caracciolo León (abogado defensor); Alberto Tirso Meléndez y Leo Larralde, representantes de la Casa de la Cultura Juan Félix Sánchez; el senador Williams Dávila Barrios; los alcaldes Avelino Villareal (Rangel), Rosalino Quintero (Pueblo Llano), Panfilo Briceño (Miranda) y Carlos Barrios (Cardenal Quintero); el entonces Gobernador Jesús Rondón Nucete; Omar Ruiz presidente de la FCU y los estudiantes; el Tcnel GN Orestes Arellano Gómez quien se desempeñaba como Comandante del Destacamento #16, entre otros.

Es importante destacar que para los campesinos traer a la ciudad de Mérida 214 yuntas, que son su instrumento de trabajo (el arado), era un riesgo; sin embargo, las comunidades se reunieron, se comprometieron en llevarlos, y se organizaron para idear la manera del traslado, además de la logística para cuidar a los animales.  

Durante el recorrido, desde dos camiones que iban al final de la yunta, los productores del páramo regalaban alimentos traídos de sus propias cosechas. Las bestias pasaban por las alcantarillas por encima de cartones colocados para tapar el hierro. Se celebró con pólvora y entusiasmo. Las yuntas con sus gañanes llegaron y se detuvieron en medio de los tres edificios más emblemáticos de la ciudad: el Palacio Arzobispal, la Gobernación y la Casa de la Cultura Juan Félix Sánchez.

Hoy, cuando se conmemoran 26 años de esta marcha, Gregorio Balza afirma que lamentablemente ya no se celebra, solo recuerda la celebración eucarística con la que se comenzaba el homenaje cada año; expone además que los campesinos ven la necesidad nuevamente de unirse para ser escuchados, ya no por la resolución de un decreto sino por la crisis social, política y económica del país que ha venido afectando la producción de los alimentos.

Angélica Villamizar-24-11-2020

Tomado del programa La Ciudad en La Radio dirigido por el Periodista Leonardo León en 107.7 ULA de la ciudad de Mérida- Venezuela