Los mercados de capitales frenéticos

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

 El COVIT-19 ha generado secuelas impredecibles en la economía global, los mercados de capitales están en una suerte de montaña rusa que impide a los inversionistas tomar posiciones equilibradas. El pánico cunde y las perspectivas de riesgo se elevan, llevando a fluctuaciones especulativas que reflejan perdidas elevadas, que luego son compensadas por decisiones de los entes gubernamentales. Lo cierto es que, en este contexto de nerviosismo colectivo los inversionistas exageran sus posiciones conservadoras para mitigar perdidas futuras, asumiendo perdidas actuales que no obedecen a variables objetivas del mercado. La pandemia obviamente generará impactos sobre la economía global producto de las restricciones de movilidad, sin embargo, no serán permanentes, en consecuencia, hay que ser prudente y esperar con calma la estabilidad del mercado.

La duda sobre los efectos del coronavirus en la economía, aunque limitados temporalmente, ha provocado un hundimiento histórico de los mercados mundiales, con consecuencias todavía difíciles de cuantificar para las corporaciones. El aguacero ha sido de tal magnitud que ha tomado a los inversores desprevenidos. Ante esta situación de miedo y dudas, ¿cómo actuar, mojarse asumiendo más riesgo en la cartera aprovechando las caídas de las bolsas o guarecerse de la lluvia manteniendo el perfil de riesgo que ya se tenía? La recesión técnica pareciera inevitable, pero eso ya está expresado en los precios actuales y ahora, la duda respecto a la economía es si la recuperación comenzará en el tercer trimestre y si el recorte de estimaciones de crecimiento para el ejercicio 2.020 que han hecho algunos expertos en torno a 50 puntos básicos es suficiente.

Hay que tomar las cosas con calma, ni estamos ante el fin del mundo ni probablemente sea una oportunidad histórica de compra. Los precios son hoy más atractivos, pero también la incertidumbre es mayor. Lo prioritario en estos escenarios es tener una estrategia e implementarla con cierta flexibilidad, pero con frialdad. Se pueden ir haciendo compras selectivas si el posicionamiento anterior era muy conservador y la reacción de corto plazo ha sido tan extrema que no venderíamos en estos momentos, pero no pensamos haber visto la capitulación definitiva. En conclusión, hasta que no percibamos un control del contagio, no se podrán cuantificar con precisión sus efectos económicos. En todo caso, la volatilidad durará todavía varios meses y podemos ver una vuelta clara a la estabilidad de los mercados de acciones y bonos en la segunda parte del año.

En el ánimo de los inversores puede estar pesando el aviso que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dirigió a inicios de semana a los líderes de la UE. Pidiendo una acción coordinada y urgente de los socios comunitarios, anticipando que la expansión del coronavirus podría provocar un escenario similar al que se vivió durante la crisis financiera de 2008. De momento, las previsiones pesimistas superan al efecto positivo de algunas de las medidas que se han ido conociendo en las últimas horas.

El presidente de EEUU, planteó al congreso un plan de estímulo que incluye rebajas fiscales y medidas de apoyo a sectores como el turístico o el del transporte. También ayer, la UE anunció un plan para proporcionar liquidez a las empresas de los países comunitarios. La iniciativa estará dotada inicialmente con 7.500 millones de euros, aunque la cifra podría elevarse hasta los 25.000 millones. Son medidas que intentan reducir los efectos sobre los niveles de empleo, que con toda seguridad si no se logra contenerse, será una señal inequívoca de una recesión en puertas.

En este contexto de caída del consumo global, las materias primas experimentaron descensos similares a las bolsas de valores. Los precios del crudo se preparaban para una jornada volátil en una semana en la que el barril de crudo ha llegado a desplomarse más de un 20 % el lunes, con rebotes marginales a finales de semana. El precio de crudo actual no es únicamente consecuencia del   COVIT-19, adicional es afectado por una guerra de mercado entre Arabia Saudita y Rusia. Esta disputa amenaza seriamente los dividendos de las empresas petroleras, situación a la cual no escapa nuestra principal industria.

PDVSA, llena de incapacidades operativas, negligencia y corrupción está en una posición tan vulnerable como la Nación ante los embates del coronavirus. La producción petrolera mermada, instalaciones destartaladas y un capital humano desmotivado y politizado, en estas realidades PDVSA es incapaz de poder sobrevivir a estas condiciones de precio. Por lo tanto, las colas por suministro de gasolina, gasoil y gas doméstico recrudecerán hasta su paralización total.

La reducción en los números de contagiados en China es una buena señal, referida a las medidas que hay que tomar para reducir los impactos de la pandemia. Las decisiones tomadas por las Naciones del todo el planeta son las apropiadas, en virtud de lo contagioso del virus, independientemente de la temporalidad de las mismas. Es el momento de unirnos para salir lo más pronto posible de esta situación de aislamiento sanitario, la cura está en nuestras manos.

gguillermorb@yahoo.com

@germanrodri

@germanoveja