Sectores turísticos recreacionales de Mérida, municipio Libertador del Estado Mérida, han sido convertidos en sitios de escandalosa juerga pública cuyos protagonistas, la mayoría jóvenes de ambos sexos, menores de edad, dan rienda suelta al libertinaje desmedido, consumo de licor, practica de sexo al aire libre, amparados por la noche, generando incomodidad entre los residentes de la plaza o parque, que han tomado como una discoteca pública.
Plazas y Parques como “Las Heroínas, Beethoven, Miranda”, entorno de las Residencias “Albarregas” y Stadium Metropolitano, entre otros, han sido convertidas en discotecas públicas, los residentes del sector, llaman a los Cuerpos de Seguridad, las respuestas dejan mucho que decir de quienes están para brindarle protección y seguridad al ciudadano, “no tenemos unidades disponibles, hay poco personal, las unidades no tienen gasolina” y cuando por una de tantas, atienden al llamado de los vecinos, su accionar no es contundente, pareciera que les da igual, si pueden o no, correr o detener a los escandalosos en la vía pública.
Así estamos en Mérida, ciudad discoteca pública, con una Policía del Estado intervenida que “ni lava ni presta la batea”, quizás esperan ocurra un lamentable enfrentamiento entre lugareños y escandalosos para ahí sí, hacer presencia figurativa, como dirían nuetros ancestros “cuando ya es tarde pues el daño ya no tiene remedio”(Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229).
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