Migrantes venezolanos reviven la zozobra económica en medio de la amenaza del coronavirus

Mientras esperaba para poder entrar a comprar comida en un supermercado en Perú, Yordano Arciniegas, de 32 años de edad, se sintió en la Venezuela de 2015-2016, la de las largas colas para comprar comida. El venezolano, que tiene un año y tres meses viviendo en Lima, contó cómo vivió el primer día de Estado de Emergencia que el gobierno de Martín Vizcarra declaró por dos semanas ante la amenaza del coronavirus en ese país.

«Llegue a sentir lo que viví en Venezuela en 2014. ¿A qué me refiero con esto? Que el primer día, y dado que ya uno está consciente de que permanecerá por 15 días en casa, lo primero que se te viene a la mente es: debo tener una buena cantidad de alimentos«, expresó a El Nacional.

Arciniegas resaltó que la similitud entre ese día y la época en la que Venezuela afrontó una intensa escasez solo llegó hasta cierto punto.

«En mi caso, que vivo en el distrito de Santa Anita, fui a comprar en un hipermercado del centro comercial, donde se hicieron largar colas solo para el ingreso. Si bien no es el nivel de lo vivido en Venezuela, donde durabas horas y con la incertidumbre de no saber si ibas a poder comprar, de todas formas tuve que permanecer por una hora más o menos para poder entrar. Eso sí, una vez dentro, todo era relativamente normal, incluso para la cancelación, poca afluencia de personas», relató.

También recordó a Venezuela cuando solo vendieron tres latas de atún por persona en el supermercado de Lima, así como limitaciones para adquirir arroz, azúcar y papel higiénico.

Arciniegas indica que aunque trabaja de forma remota por la cuarentena, la carga laboral ha disminuido drásticamente, pues no hay personal que despache los equipos de audio profesional que logre vender.

«¿Qué hago en todo este tiempo? He comenzado a estudiar online unos cursos y allí mantengo mi mente ocupada«, confesó.

Preocupación, confusión, incertidumbre y dudas sienten los migrantes venezolanos ante la decisión de los gobiernos a lo largo del continente de adoptar medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus en sus territorios.

La Acnur señala que 4.933.920 venezolanos han dejado el país debido a la crisis económica, social y política. La gran mayoría de esa cifra está radicada en el continente americano.

Pánico

En Estados Unidos viven al menos 351.144 venezolanos, entre ellos Paola Alvarado, residente del condado de Fort Bend, Texas. Ella decidió seguir las recomendaciones de las autoridades de ponerse en cuarentena. Desde hace días trabaja desde su casa: todo lo hace a través de su teléfono o su computadora.

Alvarado afirmó que la gente en ese condado tiene miedo, sobre todo los adultos de edad avanzada. La mayoría de quienes transitan las calles son adolescentes.

Indicó que los deliveries están saturados de trabajo, mientras que los productos en los supermercados escasean o están limitados por persona.

«Los productos están escasos, tanto los de limpieza como los de comida, en especial los artículos perecederos», dijo.

Resaltó que los supermercados han reducido su jornada laboral ante la amenaza del coronavirus. Ahora el horario es desde las 8:00 am hasta las 8:00 pm. Antes de todo esto trabajaban hasta las 11:00 pm.

Amiaruvy Brito, de 25 años de edad y residente de Chicago, trabaja como baby sister unas horas en las mañanas, pues se encariñó con la familia a quien le presta sus servicios.  Luego se refugia en su casa, desde donde también labora, pero con su teléfono.

Reveló que Chicago entró en estado de alarma hace dos semanas, pero nadie hizo caso. Este miércoles el gobernador ordenó cerrar todos los restaurantes, bares y tiendas.

Ella vive con su hijo de 3 años de edad y su pareja. Cuenta que tratan de no entrar en pánico como lo hizo el resto de las personas: en dos días se llevaron todo lo que estaba en los anaqueles de los supermercados.

«Muchos de los negocios, en su gran mayoría, están cerrados, las personas trabajando desde sus casas y los supermercados los están abasteciendo, gracias a Dios. En los restaurantes solo trabajarán los cocineros para que puedan despachar comida para llevar», indicó.

Las autoridades de Estados Unidos comenzaron a actuar esta semana para contener la propagación del coronavirus. Se adoptaron medidas drásticas como el cierre de escuelas, prohibición de reuniones masivas o forzar a los restaurantes y bares a solo ofrecer comida para llevar.

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