Mujeres merideñas se concentraron este domingo y realizaron una marcha por varias calles y avenidas de la ciudad de Mérida para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y exigir respeto a la vida, así como repudiar los hechos violentos que se han desencadenado en los últimos días los cuales han dejado estudiantes muertos y heridos.
La marcha comenzó desde el sector El Campito, recorriendo la avenida Cardenal Quintero para dirigirse hasta la dirección general de Poli Mérida y la Brigada de Infantería donde se colocaron réplicas de lapidas con los nombres de los jóvenes caídos y se dio lectura a un documento dirigido a los funcionarios policiales y militares para que NO sigan atentando contra la vida de los venezolanos.
Cleimar Hernández presidenta de la Residencias Femeninas de la ULA agradeció la presencia de las mujeres y hombres que acompañaron esta marcha que se realizó con mucha valentía y alegría, en la que se exigió una vez más, respeto a la vida y repudio a los hechos violentos que se han desencadenado enlutando hogares venezolanos.
La dirigente regional de Vente Venezuela Martha Hernández, expresó que las mujeres seguirán con valentía en la calle defendiendo el país y pidió a todos los sectores a que se unan en la búsqueda de una salida constitucional ante la grave crisis que se vive.
Por otra parte la profesora de la ULA Laura Lucciani recalcó “que esta marcha muestra la valentía y compromiso de las mujeres merideñas que luchan sin descanso por la libertad y democracia en el interés único del rescate para que las futuras generaciones puedan vivir en paz y libertad plena”
Mujeres de la sociedad civil lamentaron que dirigentes y partidos políticos no se sumaron a esta convocatoria que solo tenía como finalidad reivindicar a la mujer luchadora que se ha convertido en Venezuela en una defensora de la democracia. L.L
Mérida, 08 de marzo de 2014
CARTA PÚBLICA DIRIGIDA A LOS FUNCIONARIOS POLICIALES DE LOS ORGANISMOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO MÉRIDA.
Conciudadanos:
Nosotras, mujeres merideñas, hemos venido hoy DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, a recordarles el sagrado juramento de proteger y garantizar los derechos de las personas frente a situaciones de amenaza y vulnerabilidad que hicieron al ingresar a la Policía Nacional. Ustedes se formaron para garantizar el ejercicio de los derechos de los ciudadanos, el respeto de sus garantías, la paz social, la convivencia y el cumplimiento de la ley.
En Venezuela hemos estado viendo desde hace ya muchos años, agudizándose especialmente en los dos últimos, una crisis social, política, económica e institucional, generada por el mal manejo gubernamental de la nación. La situación de desabastecimiento de productos de primera necesidad, la escasez de alimentos, medicamentos y todo aquello que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades mínimas, los altos niveles de inseguridad personal y jurídica y la situación de indefensión en que nos encontramos los venezolanos, ha puesto en riesgo evidente a las familias, incluyendo las de ustedes, truncando el desarrollo de un país de tanto potencial como el nuestro.
Aunado a todo esto, hoy vemos con tristeza e indignación, cómo algunos de ustedes, a quienes en el pasado respetábamos y veíamos con orgullo, actualmente secundan, colaboran y ejecutan mandatos que van en contra de los ciudadanos, incurriendo la mayoría de las veces en atropellos y causando lesiones físicas y sicológicas; sin considerar el grave daño que ocasionan, disfrazando este accionar con la inadmisible excusa de asegurar un orden público.
Es derecho natural y constitucional de los venezolanos protestar ante las situaciones injustas y violatorias de derechos humanos, callar sería no sólo ser cómplices sino partícipes de nuestra propia destrucción.
¿Dónde quedó el funcionario policial amigo y protector del ciudadano? aquél que hacía todo dentro del marco legal, desde lo más sencillo hasta lo más complejo; el que truncaba robos, disolvía peleas, consolaba a la familia de un fallecido, indicaba calles, evitaba hurtos, auxiliaba a accidentados, incautaba droga y lo más importante: ¡SALVABA VIDAS!
La única respuesta que esperamos a esta misiva, es la reflexión y el buen trato para todos los ciudadanos. Niéguense cuando reciban una orden que vaya en contra de sus principios y juramento, piensen que cada vez que maltratan a un joven, a una mujer, a un adulto o a un anciano por elevar su voz contra lo que consideran inaceptable, estarán destruyendo su propio legado y condenando al país de sus hijos a la miseria, la injusticia y la esclavitud.
Esperamos también que no olviden estas palabras y que mañana, cuando en nuestra amada Venezuela vuelva a ondear vigorosa la bandera de la libertad y la democracia, puedan ustedes mirar los ojos de los más pequeños y sin remordimientos decirles con orgullo, que siempre actuaron con DIGNIDAD Y HONOR.
Atentamente,
MUJERES MERIDEÑAS AQUÍ PRESENTES,
¡DEFENSORAS DE LA LIBERTAD, LA PAZ Y LA JUSTICIA!
Fotos: Leo León