La aguda crisis económica que no tiene freno en nuestro país, ha conllevado a los venezolanos, a la imperante necesidad de ingeniárselas con alternativas que le permitan sobrevivir, lo que en caso de nuestra ciudad, ha generado la proliferación de la práctica de la economía informal, que prácticamente ha invadido cualquier sector de esta urbe andina venezolana.
Pese a los operativos de control que ha practicado la Alcaldía del Municipio Libertador, los mismos no se dan abasto para detener a los de la economía informal, que le han robado espacios públicos a Mérida, ante la carencia de una efectiva acción por parte de los cuerpos de seguridad que deben velar porque sean respetadas las áreas comunes, de circulación vial peatonal, recreación, de la ciudad.
En esta ciudad serrana, la necesidad en crisis y pandemia, ha conllevado a la práctica de la economía informal, que invade a toda Mérida, sin control alguno, sus practicantes se acomodan donde mejor les parece, irrespetando espacios públicos, la anarquía es total, la imagen de esa urbe andina, lamentablemente, no es de una ciudad turística, es hoy, la de una ciudad mercado persa.
La situación es por demás, intolerante e inaceptable desde cualquier punto de vista, sin olvidar que esta desbordada práctica de la economía informal, afecta severamente al comercio local, que fielmente paga sus impuestos, debe enfrentar cada día, a los de la economía informal, que no pagan tributos municipales, usurpan su espacio limítrofe comercial, sin derecho a reclamo, porque aducen que tienen derecho al trabajo (Giovanni Cegarra, CNP. 2229).
10-08-2021