A quince años de La Vaguada del Mocotíes reconocemos y admiramos la reciedumbre de la gente buena de Tovar, Santa Cruz de Mora, y sus aldeas, quienes han demostraron su voluntad de levantarse, convirtiéndose en una fuerza humana que los unió para salir adelante sin dejarse quitar sus sonrisas, su entusiasmo.
En aquella terrible circunstancia, las lágrimas y el dolor abonaron la tierra; hoy, gracias al esfuerzo y al coraje de todos se recogen los frutos de la labor cumplida.
La Vaguada fue y será una lección de la naturaleza que dejó dolor, pero también una enseñanza, y está allí, en cada surco, en cada siembra, en cada cosecha, en el amor, en la certeza, en el temple y la constancia de sus mujeres y hombres, muchos de ellos niños, para aquel momento aciago de la noche más larga de lluvia, tormenta y barro. Hoy con la alianza de bríos y energía siguen enfocados en sus metas, de progreso y paz.
La tragedia fue un viernes.Muchos lo perdieron todo,sin embargo, la solidaridad se impuso y a quienes algo les quedó, lo compartieron con sus amigos, vecinos, conocidos o desconocidos.
Por ser ejemplo de valentía, queremos rendirles un merecido homenaje y reconocimiento. Agradecemos también a Dios por contar con personas tan maravillosas en nuestro querido Estado Mérida.
Hoy, siguen creciendo los venezolanos que fueron empapados por una vaguada, pero que también regó los campos con fe y nobleza para seguir madrugando, y con el sol de cada nuevo día,continuar batallando sin descanso por la Venezuela de los buenos. LL
Fotos Leo León
