La Red Nacional por los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (REDHNNA), presentó el informe «Tendencias: Situación de los derechos de niños, niñas y adolescentes en Venezuela», correspondiente al periodo comprendido entre los meses de marzo y julio de 2024.
El documento, que recoge un profundo análisis de los derechos de Protección Especial, Salud, Educación y Participación de la niñez y adolescencia del país, es producto del monitoreo realizado a 27 medios de comunicación en los 24 estados del país.
Las noticias, 1.207 notas de prensa en total con un promedio de 241 mensuales, fueron procesadas en seis categorías que contienen 127 indicadores tan importantes y sensibles como el acceso a agua potable y otros servicios públicos, protección, educación, salud, nutrición y participación.
Derecho a la protección
Durante el periodo de tiempo monitoreado, la REDHNNA encontró 1.254 hechos vinculados con muertes, abuso y otras violaciones a la integridad personal y los derechos de los niños, niñas y adolescentes; de los cuales, 128 corresponden a la muerte de menores de edad, 278 a violaciones sexuales y 699 a otras vulneraciones no letales.
De igual forma, la red documentó la participación de adolescentes en hechos punibles en 145 casos, así como la participación de adolescentes menores de 14 años (inimputables), en 4 oportunidades.
Estos datos reflejan un promedio diario de 8 niñas, niños y adolescentes perjudicados durante el periodo de tiempo monitoreado.
Los estados con el mayor número de incidentes registrados son Zulia (177), Falcón (161), Bolívar (127), Distrito Capital (126) y Monagas (113).
Un dato que resulta alarmante, es la muerte de 17 niños, niñas o adolescentes (13,28 % de los casos totales), por fallas en la atención que debía brindar el sistema de salud.
De estos NNA, 14 fallecieron en abril, producto de una afección desconocida que les causaba rigidez y dolor en el cuello, fuertes dolores de cabeza y náuseas. Pertenecían a 3 comunidades warao del estado Delta Amacuro.
Un niño de 1 año murió también en Delta Amacuro por deshidratación producto de un cuadro diarreico, antes de que su familia pudiese acceder al sistema de salud; en Portuguesa una niña de 2 años murió por una meningitis bacteriana diagnosticada extemporáneamente, a pesar de la insistencia de su madre para que recibiera atención médica, y un niño de 7 años, paciente oncológico, que murió en Maracaibo, estado Zulia, sin recibir los cuidados intensivos que su situación requería.
En el periodo se registran, además, 10 sucesos en 8 regiones del país que califican como muertes por violencia basada en género, esto es, un femicidio cada 15 días. En 5 casos hubo abuso sexual.
Derecho a la salud
El monitoreo realizado por la REDHNNA da cuenta de graves vulneraciones al derecho a la salud que, incluso, han causado la muerte de varios niños, niñas y adolescentes en el país.
Destaca el caso de Cristopher Navarro, un niño de siete años que tenía un linfoma, pero no pudo ser atendido en la UCI oncológica de la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas de Maracaibo.
Además de la contaminación intrahospitalaria que es denunciada en diferentes hospitales del país, la falta de personal capacitado también está poniendo en riesgo la vida de los niños, niñas y adolescentes que requieren de atención médica.
A la precaria situación sanitaria, se suma que desde 2017, fue suspendido el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (Spot), lo que ha llevado a la muerte de -al menos- 85 niños, niñas y adolescentes en el Hospital JM De Los Ríos; dejando, además, a cerca de 2.800 pacientes de diálisis que hoy esperan por un trasplante, en total desprotección.
Otra vulneración del derecho a la salud de niños, niñas y adolescentes en Venezuela es la ausencia del programa de Educación Sexual Integral, lo que ha llevado a que el país tenga la tasa de embarazo en adolescentes más alta de Sudamérica, de acuerdo con la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa-Avesa, (84,6 casos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años, lo que duplicaría el promedio en el resto de la región).
Derecho a una alimentación apropiada, nutritiva y balanceada
Con el 89 % de los hogares en inseguridad alimentaria, 51,9 % de pobreza multidimensional y el 82,8 % de hogares pobres por ingreso, de acuerdo con datos de la Encovi 2023, difícilmente una familia puede garantizarse una alimentación apropiada, nutritiva y balanceada.
La nutricionista especializada, Susana Raffalli, señaló que 3 de cada 10 niños o niñas que acuden al servicio de Caritas, tiene retardo de crecimiento.
«Se pasó de 12 % en el año 2007 a más del 30 % en la actualidad. Ya se perdió la oportunidad de que el niño creciera. La niña es la que está más afectada con la talla baja», sostuvo la nutricionista.
Estas cifras se obtienen gracias al trabajo de diversas organizaciones nacionales e internacionales. En Venezuela, como ocurre en otras áreas, no existen cifras oficiales sobre la desnutrición, malnutrición e inseguridad alimentaria.
Acceso a servicios públicos
El acceso a servicios públicos en Venezuela es cada vez más deficiente. Hogares, instituciones educativas y centros de salud padecen —por igual— la ausencia de agua, los constantes cortes eléctricos, la falta de políticas públicas para la recolección de desechos sólidos, la deficiencia de conectividad y los pocos medios de transporte.
En el informe de la REDHNNA se destaca cómo la ausencia de agua potable tiene consecuencias directas en la vida, la salud y en el acceso a oportunidades de desarrollo de los NNA.
Muchas escuelas y liceos no cuentan con servicio continuo de agua, lo que termina por incrementar la deserción escolar. Esto afecta, de manera diferenciada, a las adolescentes quienes, durante su periodo menstrual, se ven obligadas a ausentarse de las aulas de clase.
«Los días de período menstrual son sinónimo de faltar a clases. En el liceo no hay agua y me da pena ensuciar el baño. Sabes que después dicen que somos cochinas (…) Así que los días que tengo la menstruación, simplemente falto a clase», relató una adolescente.
La ausencia de servicios públicos lleva a la suspensión de actividades académicas, lo cual, sumado al horario mosaico, a la falta de docentes y a las fallas estructurales, termina por vulnerar el derecho a la educación de millones de niños, niñas y adolescentes en Venezuela.
«Una escuela sin electricidad, transporte público, agua, sin servicio de gas e internet, evidentemente es una escuela que no puede funcionar, lo que representa una vulneración al principio de prioridad absoluta reconocido en la ley», asegura Carlos Trapani, coordinador de Cecodap.
En cuanto a la ausencia de docentes, para junio de 2024 faltaba un 80 % de los maestros en el país, señaló Leyla Escobar, secretaria general de la Federación Venezolana de Maestros (FVM).
Emmanuel Rivas/REDHNNA
07-10-2024