Resiliencia nacional

Por: Ramsés Uribe…

 Introducción. En este momento tan difícil de la vida nacional hay que seguir la lucha para encontrar, abrazar y construir un mejor porvenir tan idealizado y anhelado por la ciudadanía sufriente que desea salir de esta coyuntura. No sólo es una búsqueda a lo externo, a la crudeza de la calle sino principalmente es un buseo interior a nuestra alma que rescate lo más preciado que tenemos y salga a la superficie para transformarlo todo.

El año 2019 es el año de la resiliencia declaró el rector de la ULA; el 2020, es el año para transformar y materializar los sueños. El académico quería seguramente significar el tremendo esfuerzo psicológico que ha debido hacer mucha gente para subsistir y sobrevivir a la crisis consabida y provocada.

Confiando plenamente en Dios, en el año 2020 la resiliencia podría seguir el protagonismo para provocar lo esperado: otro rumbo hacia nuevos modos de vida más amables sin tanta penuria. Mejor que mejor, la resiliencia seguramente se convierta en una esperanza que abrigue un renovado y maravilloso futuro para Venezuela. Declaramos el sentimiento nacional: Resiliencia.

Resiliencia. Miguel Ángel Luque López,  señala que  es un término empleado en la ecología para designar la capacidad de un sistema para recuperar sus condiciones o características iniciales, después de estar sometido a una alteración y tras  el cese de ésta.

La anterior definición se aplica a la naturaleza en general, pero también a lo particular. Si observamos con atención todo en la naturaleza tiende a su restauración casi sin esfuerzo aparente. Cualquier criatura puede lograrlo sin más. Sin embargo, en el caso humano la situación es diferente; no es tan sencilla la resiliencia como soplar y hacer botellas.

Por supuesto que hay personas extraordinarias con una innata capacidad de recuperarse y salir airoso, incólume, de las batallas y pérdidas de la vida que en esencia según algunos autores y textos altamente destacados como los de la literatura shakesperiana, la  filosofía de Heráclito y el existencialismo  junto con la teología es muy trágica.

¿Quién podría negar que la existencia es tan dura como es?. Si, algunos pocos irresponsables lo negarían. Esos pocos contrastan con la inmensa mayoría sufriente. De acuerdo con investigaciones de la encuesta Encovi de estos años recientes de universidades nacionales como UCV, USB y UCAB , la mayoría de los venezolanos está en situación de pobreza.  

Los grandes pensadores de la antigüedad nos enseñaron la resiliencia ya desde la etapa helenística romana. En ese tiempo postaristotélico hubo una tremenda crisis  y la filosofía enseñaba a aguantar la tormenta hasta que saliera el majestuoso sol.

Los estoicos,  cínicos, epicúreos, escépticos, eclépticos y neoplatónicos, fueron los primeros resilientes de la historia occidental a partir del siglo IV A.C. hasta el siglo III D.C. De esa lista de tranquilazos los cirenaicos van a la cabeza porque son los precursores del pensamiento de los epicúreos, aquellos del líder del jardín apacible, Epicuro.

Doctrina cirenaica según Julián Marías. Los postulados cirenaicos son similares a los de los cínicos aunque varían.  El sabio es amo y señor de sí mismo. La felicidad es pues la tranquilidad del ánimo que se obtiene por medio del dominio de sí mismo,  la autarquía. También domina las circunstancias cuando un individuo está  por encima de ellas; sabe acomodarse a todas las situaciones, a la riqueza y a la indigencia, a la prosperidad y a las dificultades. Simultáneamente los cirenaicos son cosmopolitas y selectivos de sus placeres para que estos sean moderados, duraderos, sin que lo arrebaten.

La actitud de resiliencia es de resistencia. El resiliente cirenaico ya no lucha inútilmente contra el mundo, sabe que es pérdida de tiempo y energía pelear contra el enemigo.  Se detiene a pensar en el asunto de su existencia tan ruda olvidándose de su circunstancia exterior con todas sus miserias y afanes cotidianos o inusuales. Se dedica a una suerte de introspección sublime ya que es la actitud más elevada del logos, de la razón: se busca a sí mismo; es la vuelta a sí mismo, el encuentro con su yo interior, personal y único. Si la introspección psicológica puede brindar ayuda y conocimiento a la mente necesitada, esta otra también es muy poderosa. El resiliente criollo aguanta y se fortaleza para seguir adelante. Apertrecharse con todos nuestros haberes mentales, resistir el temporal y seguir adelante es la finalidad de la resiliencia.  

Ahora los psicólogos la presentan como la grande y novedosa medicina blanda y virtual del siglo XXI, una panacea  para mitigar y combatir con eficiencia los malos ratos de la vida. En esta Venezuela aún rescatable es posible Dios mediante la resiliencia nacional para curar las heridas del alma del venezolano y por extensión sanar el corazón de la patria de Don Tulio Febres Cordero.

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Autor imagen artística: Ramsés Uribe