La celebración del 65 aniversario del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) continúa procurando espacios de encuentro, reflexión y discusión abierta; el pasado miércoles 12 de julio se realizó la tercera edición de Un Café con el IIES, dedicado a la conversación sobre: La Universidad del Futuro.
La pertinencia de este tema es indiscutible considerando la aceleración en los avances tecnológicos y su acogida global, aunque amplios grupos de población están quedando rezagados; asimismo, la urgencia de detener el cambio climático, principalmente a través de la transición energética y, en el caso de Venezuela, se suman desafíos adicionales que enfrentan diversos sectores, pero que la universidad pública y su comunidad han sufrido con especial rigor, dada la intencionalidad política de reducirlas y someterlas. Al respecto, la destacada economista venezolana Carlota Pérez, señala que, si estamos en medio de una profunda transformación en la forma de producir, de trabajar, de viajar y comunicarnos, en definitiva, de vivir, se requieren un conjunto distinto de conocimientos y habilidades que las universidades deben brindar[1].
En esta conversación participaron la profesora María Alejandra Villasmil de la escuela de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales; el profesor Enrique Andara de la escuela de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas y, el profesor Gerard Páez de la escuela de Ingeniería de Sistemas de la Facultad de Ingeniería. Administradora, politólogo e ingeniero de sistemas presentaron sus perspectivas sobre cómo ven ahora a la Universidad de Los Andes y cuál debe ser su papel.
La profesora Villasmil advierte que, si bien el contexto político, social y económico ha ocasionado retrasos en el acoplamiento de la estructura organizacional universitaria a las exigencias educativas actuales, también los universitarios deben asumir responsabilidades individuales frente a la realidad, por ello propone rehacer el pensamiento crítico universitario o labrar una nueva cultura universitaria basada en la Teoría de los Recursos y Capacidades, que maximice las potencialidades existentes en la Universidad de Los Andes.
Por su parte, el profesor Andara describió las implicaciones de vivir en un orden cerrado (modelo político autoritario), que fomenta la ignorancia, los prejuicios y los dogmas del poder de turno, mientras que, a lo interno, los déficits presupuestarios, la ineficiente gestión administrativa centralizada, vertical y sujeta a la discrecionalidad de autoridades, están condicionando la necesaria renovación en la universidad.
Coincidió el profesor Páez en que no están dadas las condiciones en la Universidad de Los Andes para abordar la complejidad: identificar un problema y darle solución. El sistema político nacional ha ocasionado destrucción y en ámbito doméstico la gerencia surgida de una competencia política clientelar (basada en cadena de favores), junto a la imposibilidad de renovación de autoridades, ha causado agotamiento y hay resistencia al cambio en el marco regulatorio que fue creado para una realidad muy diferente a la actual.
Frente a los desafíos descritos la profesora Villasmil considera precisa la reconstrucción total del Modelo Educativo y compartió su perspectiva sobre dicho modelo que califica como Modelo Educativo Éter, caracterizado por ser ligero y flexible para un camino engorroso, en el que la posibilidad de conocer empieza por conocerse a sí mismo. En cuanto a la transformación del modelo pedagógico, considera que los estudiantes deben estar en el centro de los esfuerzos de rediseño, y el nuevo modelo debe incorporar como herramientas aulas aumentadas y estructuras matriciales. Frente a los cambios tecnológicos, estima que es preciso un abordaje desde el punto de vista curricular y desde el punto de vista filosófico, que revitalice el humanismo.
El profesor Andara sugiere que la universidad del futuro debe perfilarse hacia la búsqueda inmediata de recursos económicos propios y hacia la investigación aplicada, relevante y de calidad relacionada con el campo laboral. También recomienda que la universidad administrativamente centralizada, académicamente fragmentada y sin vínculos reales con el campo laboral (cerrada) debe ser sustituida por una universidad descentralizada, reedificada académicamente con vasos comunicantes abiertos en intercambios científicos internos y externos y vinculados con los campos de trabajo a través del trabajo creativo e innovador (abierta). Específicamente propone fomentar la comunicación más directa entre las diferentes escuelas y facultades e intercambiar profesores y alumnos de diferentes carreras para abonar a la inter y la transdisciplinaridad de forma seria.
Para el profesor Páez las universidades están llamadas a formar actitudes para la complejidad: valentía, imaginación, discusiones socráticas, densidad humana, ética, trabajo en equipo, alinearse a la naturaleza, entre otras. De la universidad de la memorización de conocimientos se debe pasar a la universidad del uso de los conocimientos con mente creativa, del emprendimiento y de la predicción. Para la ULA propone desechar todas las normativas obsoletas, hacer esfuerzos por mantener y hacer crecer la dinámica de los estudiantes y profesores y buscar alternativas para conservar vínculos con profesores que están fuera de Mérida.
Coincidieron los tres invitados en la necesidad de flexibilizar la gestión, buscar soluciones al problema financiero y renovar el modelo educativo orientado hacia la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, con lazos estrechos con el sector privado y organizaciones civiles para fomentar el espíritu emprendedor e innovador. Fue también un punto en común que la universidad contribuya en la búsqueda de la razón existencial, la defensa de las libertades y aproveche los desarrollos tecnológicos respetando los límites que impone la ética y la preeminencia del humanismo.
[1] Pérez, C. (2022). Un nuevo paradigma educativo para la era digital. https://www.youtube.com/watch?v=F6daBO9G3Lw
Dra. Christi Rangel Guerrero
16-07-2023 (7)