Por Ramsés Uribe…
Moral y luces son nuestras primeras necesidades, enseñaba el Libertador Simón Bolívar. La moral nos la siembra la sociedad y la cultura, especialmente al amparo de la familia, el proceso de socialización y los patrones de crianza según los psicólogos, sociólogos y pedagogos. Las luces representan a la educación y en este caso específico a la universidad. Se proclama con insistencia que la academia vence las sombras. Esta sentencia es muy hermosa, pero la cruda realidad actual es todo lo contrario: al parecer las sombras devoran a la universidad. Al igual que la inmensa mayoría de las instituciones del país, está en las sombras húmedas y tenebrosas, ha sido humillada y robada; se encuentra en la desidia y la bancarrota material y espiritual.
“Prostituir la universidad.” Ese es el nombre del artículo del filósofo criollo ucevista, Fernando Rodríguez (2015), que denuncia: No hay institución tan hostilizada y martirizada como las universidades autónomas. Hay una inconciencia de su importancia y el odio político producto del desprecio constante de los revolucionarios. Su frase más paradigmática y vigente: “La universidad no puede hacer otra cosa que luchar por imponer la inteligencia y su independencia contra el despotismo y la estupidez. Sin medir el costo.”
Alberto Navas Blanco (2021), historiador y profesor de la UCV, en el artículo del asediado y heroico rotativo, El Nacional, a propósito de los 300 años de fundación de la primera universidad del país, señaló que: figuras como Francisco de Miranda, Andrés Bello, José María Vargas, Juan Germán Roscio, Rómulo Gallegos y el General Antonio Guzmán Blanco, estudiaron allí. La UCV se creó en 1721, gracias al rey Felipe V. Ésta es la madre del resto del sistema universitario venezolano, conjuntamente con la ULA, fundada en 1808. La UCV también fue anterior y causal de la República. Los graduados, estudiantes y profesores fueron el principal personal civil para la construcción de la República independiente de Venezuela. La verdadera universidad bolivariana es la UCV porque el Libertador estudió y aprobó la reforma de sus estatutos republicanos. Ni las dictaduras, ni guerras de independencia o federal, ni terremotos, ni las plagas ni violencia salvaje de policías o encapuchados, han acabado la UCV, porque la universidad es la base de la Venezuela moderna y democrática, aunque la situación actual es muy grave y caótica.
¿Cómo se llegó a la ruina universitaria? Es claro que la misma institución no es responsable directa de su malestar. La asfixia presupuestaria parece ser su causa material en sentido aristotélico. Sin embargo, hay que reconocer que no se hizo lo propio en la universidad venezolana. Si bien hubo una resistencia pacífica y democrática al poder político gubernamental a lo largo de su historia, no hubo la contundencia necesaria a tiempo en estos veinte años. Se dejó avanzar demasiado el cáncer hasta hacer metástasis institucional, al igual que el resto de las instituciones públicas y privadas del país. La comunidad universitaria y los emeritenses o la sociedad venezolana, no estuvieron a la altura de los tiempos. No se defendió ni se defiende todavía hoy, a la universidad nacional. ¡Asunto insólito!. Ah, eso sí, se le critica impunemente, con ferocidad inclemente, imputándole la mayoría de los males sociales habidos y por haber. El “gobierno” usó la táctica del caballo de Troya. El viejo truco funcionó a la perfección: sembraron el hambre con un presupuesto ridículo y la división universitaria al mejor estilo de Maquiavelo. Fue más fuerte y exitosa la técnica política infame que la inteligencia sabia. Ante cada obstáculo la masa universitaria se cansaba y palidecía. Nada del siguiente paso adelante. Era o es más urgente ir a hacer la cola (fila) para la gasolina u otros menesteres. ¿Y después?. Tuvo que haber una mayor cohesión social y política en la comunidad universitaria que abortara todo proyecto de vulneración de la autonomía académica y la destrucción del país.
¿Hay alguna salida alternativa para la universidad empobrecida?. Definitivamente creemos que sí la hay. Insistimos en el mismo discurso optimista. Todo es posible mejorarlo hasta el infinito, Dios mediante. Las soluciones a los serios problemas nacionales exigen acciones constantes, serias y puntuales. Sin egoísmo ni protagonismos de película hollywoodense. Cero intereses particulares o personales. Desde luego que los cambios profundos y definitivos únicamente pueden darse bajo el manto germinador de un robusto árbol democrático. Un chamizo enclenque a modo de pose democrática no prospera. La mala política demostró ser determinante. La buena semilla necesita a juro de los ingredientes adecuados e imprescindibles para que florezca óptimamente la vida: agua, sol, tierra fértil, el agente sembrador, fertilizante agroecológico, desmalezamiento, el momento oportuno para sembrar; en fin, todo el cuidado correspondiente. La presencia casi absoluta de una oclocracia hamponil en el estricto sentido de la palabra, como la que desgobierna al país, es un impedimento para casi toda buena intención o acción productiva, no sólo en el orbe universitario, sino en todo proyecto o emprendimiento de cualquier índole.
La Universidad de los Andes, es una figura ejemplar por derecho propio, un ícono emblemático, baluarte de la ciencia, las artes, las humanidades y la tecnología; representa el paradigma de las luces y de la institucionalidad, léase del ideal democrático y de la libertad de pensamiento sin cortapisas, sin censura alguna. El famoso pensamiento crítico que tanto incomoda a los poderosos. El escudo de la ULA contiene su lema en latín: Initium sapientiae timor domini: el inicio de la sabiduría es el temor de Dios. (Salmos, 111-10). Expresa que el principio de la verdadera sabiduría se encuentra en el respeto por amor a Dios. La universidad es representativa de esa sabiduría que necesita el país para salir del foso de la ignorancia y la barbarie actual provocada por quienes ya sabemos. Los universitarios fueron, son y serán un factor clave en la reconstrucción nacional.
Profesor ULA
Correo: ramaseum@yahoo.com
Twiterr: @ramthalneo
22-6-2021
