Ha finalizado el año escolar 2022-2023, lo que significa varios cambios dentro de las estructuras familiares, pues los niños y adolescentes pasan de un grado o de una etapa a otra. Ello trae consigo alegría y emoción, pero también preocupación para la mayoría de los padres merideños por el costo de útiles y nuevos uniformes escolares.
Cumplir con dichas herramientas se hace cuesta arriba en un país donde la inflación no permite la estabilidad de la moneda local (bolívares) ni la extranjera (dólares), además de un salario mínimo que se hace insuficiente para los trabajadores del sector público, lo que incluye a todo el personal educativo.
Listas de preescolar, las más costosas.
En un recorrido a papelerías del centro de Mérida, se pudo constatar que las listas escolares tienen un monto aproximado de 20$, y las más costosas suelen ser las de educación inicial, pues piden materiales de trabajo como papel lustrillo, marcadores, creyones, resma de hojas, cartulinas, entre otros instrumentos.
El preescolar es la etapa del descubrimiento y las sensaciones, es por ello que se hace necesario diversos útiles que cumplan las funciones para desarrollar un aprendizaje más ameno y de fácil captación para los niños más pequeños.
Para la primaria lo más costoso son los libros de lectura y de complemento requeridos, aunque muchos padres y representantes optan por pedirlos prestados o utilizar alguna edición vieja heredada de algún familiar.
En bachillerato no es común ver lista de útiles, y tampoco piden libros porque dentro de las aulas trabajan con los creados por el gobierno nacional, sin embargo el costo llega precisamente a finales de lapso o del año escolar con los cierres de proyecto, donde hacen trabajos escritos, maquetas, láminas de exposición especiales o alguna manualidad.
La temporada.
Todas las papelerías visitadas estuvieron de acuerdo en que su temporada de ventas comienza los últimos días del mes de julio, lo que les permite medianamente recuperarse del resto del año, que representa meses difíciles para este rubro.
Desde el año 2017, en medio de una crisis económica en el país, que incluyó el desabastecimiento, se presentó una caída de venta en las papelerías que se ha extendido hasta la actualidad, por lo que es común ver este tipo de negocios vacios la mayor parte del año.
Hubo un local en especifico que dijo haber tenido crecimiento de ventas en el 2023, la causa según las palabras del dueño R. Rondón, es la cantidad de ofertas que hacen en todo el año, así como también unos precios más económicos en comparación con la competencia, ya que cuentan con mejores proveedores y usan sus propios camiones para trasladar la mercancía desde otras ciudades del país.
Colegios privados vs públicos.
La diferencia entre las instituciones públicas y privadas se deja ver en sus útiles escolares, pues son estos últimos los que más herramientas piden, con la exigencia que sean de calidad.
La administradora de otra papelería visitada, que pidió permanecer en el anonimato, comentó que un colegio privado de la ciudad pidió por colaboración algunos materiales, entre ellos carpetas, resmas de hojas, borrador de pizarra y una tijera “solita”, misma que es la más costosa por el tipo de marca, “pero que diferencia tiene cortar con una tijera barata que con la otra”, dijo.
Asimismo, la administradora insistió en que si bien algunos útiles eran necesarios, otros no tanto, como por ejemplo el borrador de pizarra, un utensilio que no se desgasta rápidamente como para pedírselo a todos los niños de un único salón.
Útiles, Uniformes, Un mismo sueldo.
Para los padres y representantes que deben comprar además los uniformes la situación se vuelve más compleja, pues un pantalón y una camisa o franela pueden llegar a costar 15$ cada uno.
El salario mínimo en Venezuela es de 130Bs. lo que representa menos de 5$ mensuales al cambio del Banco Central de Venezuela, eso quiere decir que para comprar una lista de útiles y un uniforme completo el sueldo se vuelve polvo.
Una gran parte de los trabajadores en Mérida están empleados en el sector público, como la educación universitaria, quienes años atrás contaban con un bono vacacional que les alcanzaba para viajar y además comprar los útiles y uniformes de sus hijos.
Este año, ese bono vacacional en los profesores universitarios fue de solo un 20% respecto a lo que recibieron el año pasado, lo que representa, con la inflación en alza desde el primer trimestre de 2023, que el profesor que más dinero obtuvo no podrá comprar ni siquiera la mitad de la canasta básica valorada en más de 500$, según el Observatorio de Universidades.
Y si a eso le sumamos los útiles y uniformes de mínimo dos niños estudiantes, el bono vacacional quedaría relegado solo a ese gasto, e incluso se haría insuficiente para comprar todos los materiales requeridos.
De la misma manera, hay instituciones en las que un requisito prioritario al momento de inscripción es la entrega de la lista de útiles, lo que obliga a los representantes a buscar la manera de comprarlos antes de que finalice el plazo para inscribir a sus hijos, o bien los cambien de colegio, y en última instancia retirarlos y que no estudien hasta que los puedan adquirir.
Daniela Peña Practicante ULA.
30/07/2023