Los incrementos salariales en Venezuela, pese a lo seguido y elevados que pudieran ser, están muy rezagados con respecto a la inflación, que es quizás la más elevada del mundo, estos salarios, además de la inflación ya existente, producen mucha más inflación ya que el comerciante y el productor cuando se realizan estos aumentos salariales ellos también incrementan los precios de manera simultánea, como puede verse, que una vez aumentados los sueldos, ya a las pocas horas de ese anuncio o al día siguiente, todos los precios de los bienes, servicios y productos han aumentado también, es decir, es como tratar de apagar fuego con gasolina.“Lo que hoy está viendo el ciudadano es que el financiamiento de estos salarios está siendo respaldado por la emisión de dinero y no por la actividad productiva de la economía propiamente dicha. Hablando técnicamente como economista, vemos que hay un exceso de medio de pago con una emisión de dinero inorgánico y una caída en la existencia de los bienes, servicios y productos que están disponibles para el consumidor. Por poner un ejemplo, si la existencia de un determinado producto que se vende cada vez es menor y el número de bolívares que hay para comprarlos aumentan el doble, obviamente que con menos productos pero con más dinero, hace que su precio siga aumentando y este es uno de los problemas de la economía venezolana”, indicó Douglas Ramírez, jefe de la Cátedra de Macroeconomía de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Los Andes.
A juicio del profesor Ramírez en Venezuela, el gobierno no ha querido tomar conciencia, debido a que son sus políticas económicas las que alimentan el proceso inflacionario, ya que tienen un presupuesto deficitario, una emisión de dinero inorgánico, no promueven la producción ni la actividad productiva. Este último punto, el de la baja en la actividad productiva, ha sido consecuencia de no garantizar el derecho a la propiedad, el respeto a las leyes y a la Constitución de la República, además de no cumplir con la carta democrática y el respeto a los derechos humanos, lo cual fue una de las razones para la salida de Venezuela del Mercosur, porque al no reconocer los poderes constituidos y que emanan de la voluntad del pueblo, tal es el caso de la Asamblea Nacional, hace de esto una señal muy grave en el mercado no solamente nacional sino internacional, ya que no hay un respeto al régimen jurídico.
“En este momento debemos asumir de manera clara la defensa de la Constitución, en los términos constitucionales que ésta establece, por lo que hay que restablecer el orden legal del país y para eso está el Artículo 333. Pero en lo personal, el ciudadano se encuentra en una situación de necesidad y frente a esto se deben generar actividades económicas que puedan darle un sustento a sus familias y su persona. Lo otro que uno ve con este panorama, es que las mejores respuestas, como ocurrió en países que tuvieron hiperinflaciones -como la que vamos a tener nosotros este año- lo que hicieron los ciudadanos fue generar respuestas asociativas. Por ejemplo en Chile, durante el gobierno de Salvador Allende, la gente se asociaba para hacer lo que era la olla común, la gente del barrio se reunía y cada quien ponía una cosita y hacia su sopa común y comía, espero que no lleguemos a eso, pero es muy posible que podamos llegar, mientras tanto lo que podemos hacer a nivel de las familias es asociarnos y generar espacios de comercio para establecer una alianza estratégica entre los agricultores de la zona con la ciudad y así poder hacer llegar los productos alimenticios a un precio razonable. Necesitamos tener respuestas asociativas para la generación de ingresos y respuestas asociativas entre las familias y vecinos para poder enfrentar los problemas económicos que vamos a vivir este año y que van a ser sumamente graves”, dijo finalmente el profesor Ramírez. Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293
