Por: Alex Vallenilla…
Como en Venezuela las oposiciones no tienen como objetivo desalojar al régimen castrocomunista, ahora afianzado, todos, los pro-MUD y los anti-MUD, se han decantado porque la “comunidad internacional” defina qué pasará con el futuro de este país en disolución por colapso general. En la MUD los principales dirigentes de los partidos políticos se ocupan es en “ser el primer partido de oposición”, unas entelequias que no tienen ya doctrina, porque allí se carece de autoridad, de capacidad organizativa, de atención a la militancia, no es posible que la juventud de los principales partidos de oposición haya tenido que emigrar en 80% porque no obtiene respuestas y el relevo no existe en esas instancias.
Por el otro lado, un grupo que se presenta como el de la anti-política, los anti-MUD, su mayoría se creen rebeldes, al decir que no son de “ningún partido político”, pretenden erigirse como “santos inmaculados”, con derecho a insultar y a señalar a todo aquel que haga determinada propuesta que a ese sector no le parezca bien, bien a sus intereses, el grupúsculo que es apodado desde los partidos políticos como “los guerreros del teclado”, porque sus principales mentores están en el exilio, la mayoría financiados por aquellas mafias de 1994, los banqueros que saquearon a Venezuela al menos 6 mil millones de dólares, con la crisis bancaria en el gobierno Caldera II y por otro tanto que siguió el robo con el chavismo/madurismo en los años siguientes, lo vimos cuando Chávez estatizaba bancos en 2009. Este grupo, que ahora se presenta como “liberales”, usando un mote o cliché fastidioso, llamando a todo “populistas”, como está en el exilio, lo que lamenta es no poder seguir disfrutando del saqueo de divisas, aspiran volver al poder para tener aquella Venezuela que siendo “yuppies” ayudaron a destruir y echar las bases para la llegada del vengador, que por cierto ellos mismos apoyaron y le vendieron a Venezuela en 1998, Hugo Chávez, como la propuesta de la “Tercera Vía”, de la que hablaba para entonces el ex primer ministro británico Tony Blair. Hasta la Conferencia Episcopal Venezolana ha caído en deslices, quienes deben mantener una neutralidad en esa dantesca y fantoche situación de la oposición venezolana, toda, sin excluir a ninguno.
Esas oposiciones, son las que aseguran que este régimen será desalojado del poder, cuando ni siquiera en sus propios partidos políticos son capaces de poner orden y de que el ejercicio de la democracia sea la norma internamente. Basta leer en Wikileaks, todo lo que expresan las autoridades norteamericanas de cada uno de los dirigentes que han desfilado como los que supuestamente salvarán a la patria.
Como esto está en las manos de los que si tienen Poder Real, vimos como el gobierno norteamericano busca recomponerse en la región del abandono de Obama, Bush y Clinton, Donald Trump tiene una visión clara de lo que está ocurriendo, el esfuerzo de sacar de la OEA el debate sobre el caso venezolano es claro, porque allí ha sido imposible lograr un consenso contra el chavismo/madurismo debido a que el régimen de Nicolás, que es la fachada de la estrategia chino-rusa con los cubanos como titiriteros, con el petróleo que usa como factor para mantener las precarias alianzas de las islas del Caribe, colonias europeas y británicas casi todas, no se ha podido tener los votos necesarios.
La estrategia chino-rusa, enfocada en el control de materias primas y de la economía, busca ganar tiempo para Nicolás. No es una casualidad que por hechos de corrupción se han visto destronados PPK de Perú, Martinelli de Panamá y ahora recientemente Rajoy de España, tampoco puede dejarse por fuera los esfuerzos de la avanzada del “eje rojo”, con la huelga de los camioneros en Brasil, con la que se cargaron al presidente de Petrobrás y que puso a Temer a correr. Hay ya una estrategia para burlar las sanciones norteamericanas, a través de la evasión del sistema de transferencias internacionales SWIFT, que controlan los norteamericanos. China y Rusia, desde octubre de 2017 utilizan el PVP (Payment Vs Payment), un sistema bilateral para su comercio, que no necesita utilizar el dólar como medio de pago, por lo tanto tampoco el sistema SWIFT, lo que vuelve las sanciones norteamericanas contra Rusia en algo inútil, por lo menos en el intercambio con China. Nicolás lo dijo en la reunión con los banqueros, “vayan abriendo cuentas de corresponsalía en los bancos rusos”, puede que esa jugada no salga, sin embargo lo van a intentar. Los chinos y rusos han avanzado en lo económico, lo que explica la guerra comercial planteada por Trump, como una manera de disuadir, porque lo único que tiene, son los misiles, económicamente ante el avance chino-ruso, los norteamericanos no la tienen todas con ellos, por eso el caso venezolano ha sido tan difícil, mientras tanto las oposiciones se miran el ombligo y se insultan en las redes sociales, estúpidamente, en una competencia que nadie entiende porque el pueblo venezolano es el que pasa hambre, miseria y necesidades.