A media semana: Porras y la batalla de los curas

Por: Alex Vallenilla…

Ha sido duro lo que a la Iglesia Católica venezolana le ha tocado, sobre todo en los últimos 15 años, al tener que vivir todas las vejaciones, insultos, humillaciones y abusos del régimen castrocomunista, con control de Miraflores en Venezuela. Una institución milenaria, que ha sido protagonista de grandes eventos, del acontecer político, desde aquel 19 de abril de 1810, cuando detrás de Emparan, un representante eclesiástico, hizo señas para que el pueblo le respondiera al capitán general, que no quería más su mando, al cual renunció.

Ahora Venezuela tiene como Cardenal, y bien merecido, a Baltazar Porras Cardozo. Un venezolano con un impresionante y magnifico recorrido en esa institución, sabia y guía, que recibe vilipendios de parte de pretendidos comunistas, que hoy tienen control político de gran parte de los poderes del país, que se niegan a aceptar la eminencia de citado personaje, que día a día, con su pluma, su verbo y su pensamiento, en sus oraciones, pone fe para que Venezuela recupere su camino.

La maldad, que ha llegado de quiméricas formas, una de ellas con la superchería de rituales mágicos, creencias paganas de parte de sectas que hurgan en las tumbas y rayan en el crimen, como parte de una política aceptada por el gobierno, de personeros cegados en la ignorancia y la práctica maligna, para “sostener” un poder, que tarde o temprano terminarán perdiendo, ha tenido que ser enfrentada con oración, con fe. El año Misericordioso tuvo su sentido. Esa mala carga contra Venezuela tiene sus orígenes, en que la actuación delictiva ha tenido miles de disfraces, no sólo todo lo que en política han hecho para presentarse ante el mundo como “santos ecuménicos”, sino trasmutados en “brujos” y en necrológicos actores, que incluso hicieron acompañarse de lemas como “patria, socialismo o muerte”. Allí ha estado Baltazar Porras, nuestro Cardenal, para el dolor de esa corriente que lleva como forma de vida, el tributo a los pecados capitales, con firmeza, con fuerza y con el respaldo del Santo Papa.

En un trabajo de investigación propio, aun inconcluso, se registra que el crimen es tal, que la falta de medicinas, que tiene como consecuencias muertes de seres inocentes, a los cuales no se les cumple lo consagrado en la Constitución, la obligación estatal de garantizar la salud al venezolano, forma parte del perverso juego. La maldad, que tiene sus orígenes en la ignorancia, surge en que cada muerto es una ofrenda a dioses de los rituales practicados paganamente, el derramamiento de sangre, humor que en tratados ocultistas define “poderes” para que la creencia en hechizos, todo como un proceso de dar fuerza con recursos “mágicos”, eviten que pierdan el poder, se entiende entonces, la tozuda decisión de no aceptar ayuda humanitaria.

Aunque la Iglesia Católica no entra en detalles en tales aspectos. Baltazar Porras, no necesita decirlo. Su misericordia es inquebrantable, ni siquiera con quien sea señalado de peor, nuestro ahora Cardenal, dejó de ser compasivo, se vio en aquellos días aciagos del 11 y 12 de abril de 2002, cuando acompañó a Hugo Chávez en su breve salida del poder, para ese tiempo presidía la Conferencia Episcopal Venezolana, Porras garantizó la vida de Chávez, cuyo proyecto político, ahora conducido por unos sucesores, que resultaron más funestos aún, no garantizan la vida a nadie.

La Iglesia Católica no se arrodilló en 1870 ante Guzmán Blanco, Monseñor Guevara y Lira no hizo actos eclesiásticos en honor al gobernante, rebeldía, a la que se sumó el Arzobispo de Mérida, Guzmán Blanco pidió cambio a la Santa Sede, por otro clérigo y fracasó, cerraba entonces, seminarios, templos y claustros, implementó el matrimonio y divorcios civiles, el registro civil sustituía al parroquial, la presión y el asedio hicieron que la Santa Sede cambiara a Monseñor Guevara y Lira, para finalmente la Iglesia Católica volver a posicionarse, más tarde.

Actualmente hay un proceso de intermediación, con la crisis actual que atraviesa Venezuela, los “curas” venezolanos, están allí, atentos, dispuestos a defender lo que es correcto, se vio la reacción del régimen al saberse la carta que envió el Papa y que se filtró a los medios. La Iglesia Católica, tiene mucha más antigüedad y capacidad, que el castrocomunismo decadente. Venezuela tiene un nuevo Cardenal, que por defender lo que es, ha recibido ataques, insultos y vejaciones.

ENHORABUENA: En el sindicato de profesores del UPTM Kleber Ramírez, se impuso la Unidad, el secretario general, Luis Apolinar Altuve, resultó vencedor con la Plancha N° 1, una victoria de las fuerzas democráticas en un instituto que ha sido dominado por el chavismo, sometido a cambios incongruentes, que le ha llevado a una verdadera debacle en la formación de técnicos profesionales que el país necesita para su desarrollo.

SINDICATOS: A Algunos trabajadores de la educación, que están afiliados a sindicatos impuestos por el chavismo, les descuentan hasta 6 mil bolívares por pertenecer a estas estructuras laborales, que finalmente hacen poco para la defensa de los contratos colectivos.

HAMBRE: La crisis económica es tal, que en muchas escuelas “bolivarianas”, se publican carteles, solicitando colaboración a los representantes, en algunos casos les piden alimentos, pasta, arroz, granos, azúcar, harina, para desayunos y almuerzos, las que tiene comedores, en otros ya piden hasta 500 bolívares al mes para ayudar a comprar complementos para la comida. También muchas están sufriendo el robo de alimentos que se almacenan en sus depósitos, las escuelas que son surtidas medianamente con suerte, son objeto de robos en las noches, por vecino y personas que alegan no tener qué comer.

MAULAS: Corpoelec dejó de pagar a las empresas que prestan servicios de cobranza, en distintos puntos de la ciudad, por lo que no se tramitan pagos de facturas de la empresa eléctrica, las taquillas de la compañía colapsan, ahora el problema de los puntos de venta, se suma para completar el despelote.

BOTAZÓN: Empresas estatales, están botando a mucho personal, la razón es que el Ejecutivo no tiene manera de seguir sosteniendo estas compañías, por ejemplo de Movilnet, “quien se resbale un poquito va para afuera, no hay para pagar”.