Por Alex Vallenilla…
Por 16 años el régimen chavista/madurista mantuvo férreos controles a la economía venezolana, lo que produjo una debacle del sector productivo nacional, el secuestro del flujo de divisas, las cuales sólo estaban disponibles para los favorecidos del régimen, hiperinflación, escasez, hambre, pobreza generalizada, todo eso fue el resultado del bloqueo chavista contra los venezolanos.
El presidente de EEUU, Donald Trump, aplica una nueva medida al congelar los bienes del Estado venezolano. No faltaron quienes han querido manipular, de un lado y de otro, que se trata de un bloqueo económico contra Venezuela. No, no es tampoco un embargo comercial.
La acción de Trump, tampoco quiere decir, como ahora lo tratan de explicar los sectores opositores que no están en la mesa de negociaciones, que se ha puesto fin a la negociación y que tampoco habrá una salida electoral. Ese grupo, que sólo promueve una matriz de
opinión anti-partidos políticos, como no tiene suficientes votos, no está de acuerdo con elecciones.
Lo mismo ocurre en el chavismo/madurismo. El sector chavista radical que está enfrentado al madurismo, no quiere tampoco salida electoral, porque temen perder el poder. Así se juntan los extremos.
El empuje de la Casa Blanca viene dado porque los norteamericanos necesitan resolver la crisis de Venezuela en cuanto antes. EEUU aprueba las elecciones como salida, por lo menos en Barbados es un acuerdo, pero ese punto se atasca porque la oposición política exige que Maduro no puede permanecer en el poder, para un proceso electoral.
Es lógico que la oposición política exija que el chavismo/madurismo no controle al Estado para unas elecciones.
Las experiencias anteriores dictan que el régimen emplea a fondo los recursos del Estado, para movilizar a la maquinaria electoral del PSUV, la cual recibe ayuda monetaria, logística y de todo tipo en cada proceso electoral, además del ventajismo que permite el CNE con la
designación de los testigos y miembros de mesa.
La oposición siempre ha acudido a las elecciones con muy escasos recursos, en algunos casos porque también terminan malversados, menos cuando reciben apoyo financiero de factores privados y externos.
Hay que recordar que Hugo Chávez, en su nueva Constitución, quitó el financiamiento público a los partidos políticos.
Para los norteamericanos, ir al proceso electoral significa, hacer que la oposición vaya unida en torno al candidato que estos quieren, un líder de visión pragmática, no nacionalista. Este punto es el menos difícil.
Debe haber un nuevo CNE. Para eso los diputados del PSUV, tienen que volver a la AN, aunque Maduro ya dio la orden, Cabello se resiste. Maduro no puede seguir en Miraflores, pero este punto no lo apoya el chavismo radical.
La presión de la Casa Blanca comenzó con las sanciones a los hijos de Cilia Flores, la esposa de Maduro, la solicitud de arresto contra Tarek El Aissami y ahora el embargo comercial al régimen madurista. Maduro y los rusos deben responder a Washington, luego que en el Club
de París, la oposición reconoce los activos y deudas de China y Rusia.
EEUU contra reloj
Para los norteamericanos es prioridad que la crisis venezolana se resuelva lo más pronto posible. En EEUU la situación económica no está fácil, se pudo ver como Wall Street se derrumbaba el lunes luego que China manipulaba el yuan en represalia contra los aranceles de Trump.
La Reserva Federal exige a Trump que respete la independencia del banco central. Trump y los petroleros no quieren tasas de interés altas, porque la gigantesca deuda que tienen los productores de esquistos podría crear una nueva crisis que golpearía al sector
petrolero.
La guerra cibernética
La empresa Kapersky, que desarrolla sistemas antivirus, produjo un reporte en que se sospecha de un virus chino llamado “machete”, que se propaga en el sistema informático del Ejército de Venezuela, al menos 75% de las computadoras estarían infectadas. “Machete” es un virus informático espía, hace captura de pantallas, reconoce lo que se escribe a través de los teclados, graba audios. El virus se propaga desde Brasil, también habría políticos no sólo de Venezuela, sino de otros países latinos siendo espiados. Rusia maneja los llamados
servidores Órbita, ubicados en empresas privadas fachadas, en Brasil, Argentina y Nicaragua, desde donde se desarrollan guerras cibernéticas en Latinoamérica.
Pérdidas con el oro
El régimen de Maduro ha vendido grandes proporciones de oro la falta de divisas es la razón, el desespero por el colapso financiero del régimen ha hecho que se venda oro en el peor momento, cuando su precio se ha mantenido bajo, mientras las principales firmas
de inversión del mundo recomiendan más bien comprar oro para protegerse de la caída de valor que sufren monedas como el euro, el yen japonés y otras.
Dolarización de facto
El dólar sigue subiendo, aunque ya no de manera volátil como en años anteriores, la población venezolana sigue dolarizándose, en un proceso de facto, los venezolanos se salen del esquema de bolívar.
Cambio de bateador
John Bolton, que sólo sabe de guerras, armas y acciones belicistas, llega al Grupo de Lima a ejercer presión. El año pasado, el ex secretario de Estado, Rex Tillerson, no pudo, al día siguiente fue despedido por Trump. América Latina no apoya una acción militar en
Venezuela, la mayoría de los países latinos mantienen su luna de miel con China, que le ha inyectado a la región unos 400 mil millones de dólares en inversiones en los últimos cuatro años, mientras Trump no consigue dinero para construir un muro en México.
