A media semana: Van 20 años de odio del chavismo/madurismo contra los merideños

Por Alex Vallenilla…

Es tanto el odio del chavismo/madurismo contra la población andina, que se puede palpar con sólo hacer un repaso de la devastación y destrucción que el régimen de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y sus seguidores, aplican contra los merideños.

La universidad

Mérida ha sido un estado de una profunda tradición universitaria y estudiantil. En la Universidad de Los Andes (ULA) estudiaron dirigentes del PSUV como Adán Chávez, Rafael Ramírez, Tarek El Aissami, Haiman El Troudi, José Gregorio Villarroel, entre muchos más de la región.

En aquellos años todos ellos disfrutaron del mejor comedor, de un sistema de transporte universitario envidiable en Latinoamérica, de laboratorios y bibliotecas bien dotados, de pasaje preferencial, no había hiperinflación, no había recesión, nadie sufría por escasez de dinero efectivo, no había escasez de bienes, había servicio sanitario en pleno funcionamiento, los profesores universitarios tenían salarios suficientes, tuvieron residencias estudiantiles decentes.

Todos esos beneficios con los gobiernos de Acción Democrática y Copei, que tanto criticaron en aquellas épocas, cuando eran ñángaras y encapuchados.

Todo eso se lo ha quitado el chavismo/madurismo a los estudiantes de las nuevas generaciones.

El agua

El estado Mérida es un productor de agua. Luego de casi 20 años de chavismo/madurismo, no hay agua en el municipio Libertador, hay que recordar que el sistema de agua lo mantiene bajo su control el régimen madurista con sus representantes en el estado.

El turismo

Aunque el turismo en Venezuela nunca ha sido tomado en cuenta seriamente por ningún gobierno, al menos anteriormente las condiciones económicas permitían que la actividad se llevara adelante por gente que ama la actividad. El turismo en Mérida ha sido condenado a desaparecer.

Aquella Mérida nocturna, de eventos culturales, de salas de teatro con constante actividad, de conciertos, de presentaciones en las calles, exposiciones, de fiestas, de una sociedad estudiantil que le daba vida al comercio, ha desaparecido, ha sido borrada luego de 20 años de chavismo/madurismo.

La remodelación del teleférico, que supuestamente cambiaría la situación del turismo, fue un mito, una obra que sólo sirvió para llenar las alforjas de corruptos.

El transporte

La hiperinflación y la escasez de bienes y servicios, han impactado en el sector transporte, también las políticas devastadoras del chavismo/madurismo. Al transporte público le eliminaron el subsidio estudiantil y estos dejaron de hacer efectivo el pasaje preferencial. 85% de la flota de buses se paralizó.

El sistema Trolebús, iniciado por el ex gobernador William Dávila, al pasar a manos del chavismo, terminó también destruido. Actualmente se ha derrumbado, no tiene más de cinco buses funcionando, los cuales están en mal estado, no tiene repuestos, el personal calificado y formado para operarlo se fue del país. Otro elefante rojo.

El chavismo/madurismo, que sólo representa atraso y destrucción, brinda otro ejemplo, haber cerrado el aeropuerto de Mérida, los fines oscuros detrás de esa medida, sólo permitieron aislar más aún a la ciudad.

El gas y la gasolina

El país con las reservas petroleras más grande del mundo, ahora no puede surtir de gas doméstico a los merideños. Antes de Chávez, el vendedor de gas pasaba todas las semanas por la calle de cualquier ciudadano, tocaba su puerta “¿Quiere gas?”, le descargaba la bombona, se la instalaba. Muchas veces el ciudadano decía, “no, todavía tengo, pase la otra semana”.

Tampoco hay gasolina. Las colas en las estaciones de servicio muestran el colosal fracaso de Hugo Chávez, de Nicolás Maduro, de Diosdado Cabello, de todo el chavismo/madurismo.

La agricultura

Antes existía una empresa privada llamada Agroisleña, que otorgaba créditos comerciales a los productores merideños, surtía el mercado de todo tipo de rubro para mantener la actividad de la siembra. Hoy en Mérida, donde se ha cultivado el ciltantro, el perejil, el ajo, la papa, la zanahoria, entre otros, hay tan poca producción que sus precios parecieran de rubros importados.

Agroisleña fue expropiada cuando Elías Jaua era ministro de Tierras, una especie de “atila” que arrasó los campos venezolanos, en los que no volvió a florecer la actividad agrícola y pecuaria. Fue convertida en AgroPatria, saqueada, robada, mal gestionada, destruida.

La energía eléctrica

Nadie puede comparar la terrible calamidad de sufrir apagones diarios de siete, ocho, 12 y hasta 24 horas, todos los días, con aquella empresa CADELA, que siempre fue un ejemplo de gestión, que tuvo personal altamente calificado, profesional y ético. Nadie puede recordar apagones en Mérida antes de la llegada de Hugo Chávez al poder, el odio del chavismo/madurismo contra los merideños, tiene a esta ciudad, a este estado, en la oscuridad total.

Esta última ola de apagones ha arrasado 35% del comercio que quedaba en pie. La devastación y el odio contra los merideños sigue.

La salud

Desde que el chavismo/madurismo dedicó al menos unos siete mil millones de dólares al año para pagar a los supuestos médicos cubanos, que ni recetar pastillas para diarreas sabían, la salud de los merideños se vino al piso. La destrucción de los servicios del HULA y demás hospitales, condenó a la población a la difteria, a algo impensable en tierras frías, al paludismo, brotes de zika, chikunguya, desatención a enfermos crónicos.

Es tanto el odio del chavismo/madurismo contra nuestros médicos, enfermeras y demás personal médico que mientras cada cubano nos costaba 14.600 dólares ¡mensuales!, nuestros médicos son los profesionales peor pagados en el mundo entero, además de ponerlos a trabajar “con las uñas”. Y el que se queja va preso.

La venta de medicamentos que a duras pena dota el poder central en mercados negros, el aumento de la mortalidad infantil y de madres parturientas, el incremento de amputaciones de miembros por accidentes menores como única solución, por la falta de equipos y materiales médicos, el aumento de la muerte por mengua de enfermos, todo ello es la obra magna de 20 años de chavismo/madurismo en Mérida.

La inseguridad

En Mérida siempre hubo uno que otro carterista, bien identificado, el malandro que en alguna ocasión osaba a meterse en una casa a robarse un electrodoméstico. Con el chavismo/madurismo la delincuencia evolucionó al secuestro, al sicariatio, al secuestro express, a los asesinatos con pistolas y revólveres a sangre fría en las busetas, a las desapariciones forzosas.

En aquella Mérida bonita que el chavismo/madurismo destruyó, las personas salían en las madrugadas de las discotecas y no temían por su seguridad. Hoy a las 6:00 PM, el centro de la ciduad es un desierto.

El hambre

Nadie puede decir que antes de 1998 en Mérida había gente buscando comida en las bolsas de basura. Había uno que otro cuasimodo popular que era parte de la dinámica de la ciudad, y ni siquiera un personaje como “Amador” pudo haber pasado hambre, como mucha gente del común que ahora no puede completar sus ingresos para un mercado decente.

“Los colectivos”

El colmo del odio del chavismo/madurismo contra los merideños, es el empleo de bandas mercenarias armadas, conformadas por delincuentes y zagaletones, a las que han dotado de motos, repuestos y licencia para disparar, robar, saquear, quemar viviendas, contra ciudadanos indefensos que sólo han exigido poder vivir con todo lo que antes se tenía en Mérida.

Es así como el chavismo/madurismo por 20 años, por odiar a la Mérida cultural, estudiantil, turística, trabajadora, la del transportista, la del agricultor, la del médico, la del trabajador, ha sido destruida y devastada, el PSUV es una langosta, cuya plaga arrasa con todo a su paso.