Por: Giovanni Cegarra…
Imposible negar que en Mérida, vivimos y convivimos diariamente, un clima de inseguridad que sobrepasa los límites de la tolerancia que puede tener cualquier ciudadano que transite por una avenida o calle, a pié o en vehículo, toda vez, que de carambola se observan, por ahí, uno que otro efectivo policial que lo menos que hace, es cumplir con su trabajo, como debe ser, son agentes fantasmas.
Cuando se necesitan no aparecen por ningún lado, si se llama al 171 la rabieta que se pega uno es de mala película, el interrogatorio es por demás ridículo, aparte de la flagrante mentira que esgrimen, “ya van para allá” y esperando se queda Ud., quiera Dios no le toque sufrir de un atraco a mano armada, porque atracado y quizás con alguna lesión física se queda, ya que la Policía del Estado, es un cuerpo de Agentes Fantasmas.
Eso sí, los vemos como arroz picado, en supermercados o establecimientos, donde haya una cola por venta de cualquier producto alimenticio, dando órdenes, chapeando para ser más precisos, abusando de su condición policial o por ahí en una esquina, pegados del celular, con un postín que ni para comentar, por eso, contó todo y lo que se puedan ofender, son Agentes Fantasmas, nunca aparecen cuando se les necesita.
Se dice que habrá cambios en la Dirección Regional de la Policía del Estado Mérida, ojalá sea para bien de esta urbe andina, que el nuevo Comandante, ponga orden en la institución, haga valer la función real de quienes portan un uniforme policial, hagan honor a él, cumplan a cabalidad con sus funciones, se les vea patrullando, atentos a cualquier eventualidad en las calles y avenidas de esta ciudad, porque a la fecha, duela a quien le duela, lo que tenemos es un cuerpo conformado por Agentes Fantasmas, me disculpan si se ofenden pero “al que le caiga el guante que se lo plante”, punto en boca..CNP. 2.229
