Al Filo de La Verdad: Bitácora errónea

Por Giovanni Cegarra…

De frente a lo que tengo por delante, viviendo como todos a diario, penurias, calamidades, necesidades, inseguridad, caos, anarquía, carencia de los servicios públicos básicos, etc., y analizando en frío la realidad país, sin dármela de analista político porque no lo soy ni pretendo serlo, llego a la conclusión que todos los factores políticos que hacen vida en nuestro territorio nacional, equivocaron y fallaron sus estrategias, a costa de un pueblo que se aguanta todo, como muerto.

La incoherencia política en Venezuela es pareja, en todos los bandos, cada día se le miente más y más al pueblo, prevalecen los intereses personales partidistas que los del pueblo, cuya calidad de vida bajó a ras de piso, producto de una bitácora errónea en la que pareciera está escrito, que en el país, tenemos que matarnos entre nosotros mismos, mientras los susodichos dirigentes políticos dizque negocian a costa de la vida de muchos.

Aunque no quieran reconocerlo, nadie cree ya en los políticos venezolanos porque su labia incongruente, diatriba intolerable, sus mentiras, ya rayan fondo, la credibilidad que pudiera acreditárseles, las ansias de agarrar el poder sacrificando vidas, les ha llevado a cometer graves errores, que no quieren aceptar por nada del mundo y mientras, el pueblo lleva todas las perder “más callado que cura solo en la iglesia”.

Las redes sociales, falsos positivos, las secuelas del bloqueo económico comercial al país, desespera y tiene al borde al más pintado, sea de cualquier color político, los dirigentes políticos, si pudieran se llamárseles así, perdieron la brújula, andan sin rumbo fijo, hay enemigos por todos lados, en un país dolarizado que no tiene razón de ser y como un venezolano más, pienso en lo de aquella canción “todo tiene su final”, solo un pequeño detalle ¿cómo será ese final?  porque a la fecha, por ninguna parte se vislumbra luz al final del túnel, los políticos de todos los bandos existentes en nuestra Venezuela, tienen su bitácora errónea y punto.