Por: Giovanni Cegarra…
Este despelote socio económico político que vivimos en nuestro país, de la que no se escapa Mérida, hoy sumida en un caos total de servicios, falta de gobierno y de un verdadero un Protector, si es que de algo sirve tenerlo, afrontamos y confrontamos una aguda problemática regional en todos los órdenes, que tiene visos de un verdadero sabotaje hacia el Estado y en medio de ello, observamos y escuchamos a unos cuantos faramalleros de oficio, de labia seudo redentora, que en verdad, solo buscan no pasar desapercibidos, darse su figurón político.
Abundan estos faramalleros en Mérida y por supuesto, en Venezuela entera. Echones, pedantes, con el mismito discurso de toda la vida, caducos en política, esos que con su payasa faramallera, engañaron hasta al más pintado e inocente, no se les ve, aportando posibles soluciones o como buscarlas de forma inmediata, total, son como las bandadas de loros al amanecer y al atardecer, que hacen toda la bulla posible en su vuelo y sí alguno por ahí, se da por ofendido, triste y aburrido, mentiras no son.
Nuestro Estado, sin que me quede nada por dentro, es víctima de un saboteo general en todo el sentido de la palabra y aquí, como si nada pasara, el sector comercial empresarial industrial, ni pío dicen, salvo el sector turismo que resolló y con justa razón porque si lo esperamos del político de oficio, sector municipal gubernamental, nada que ver, andan en su faramallera de oficio acostumbrada, ni se dignan ofrecer soluciones o buscarlas, el pueblo siga llevando del bulto, en manos de los especuladores bachaqueros, padeciendo por gas, agua, energía eléctrica, seguridad, transporte público, telefonía móvil y fija, servicio bancario eficiente, etc. etc. etc., dicen folklóricamente en la calle, “estamos en Venezuela”, a más ver, con Dios.
