Por: Giovanni Cegarra
Desde que se instauró en el país, la democracia, por demás mal concebida, su devenir lo refleja totalmente, a la vista de todos, que muchos no quieren ni desean entender, el sistema en sí, es todo un verdadero melodrama moderno, en el que la provocación, persecución, trama, sensionalismo, lo emocional, lo mediático, el dolor, la pena, las necesidades imperantes del colectivo, son los elementos que han predominado, en estos tiempos de Dios, en la que la coyuntura socio económica política tiene el escenario principal, es vez de avanzar vamos en retroceso y no peco de melodramático, ni me la fumé verde, por si las moscas.
El melodrama venezolano, se palpa en todos lados, en quienes se fajan a diario para lograr el sustento para darle de comer a un cuadro familiar, que exige, con un salario que no da para nada, sin exagerar, mentiras no son, es todo un drama que desespera sentirlo, vivirlo, sin distingo de clase y posición, en medio de un enrarecido panorama socio político, que como dijo un amigo cercano, harta el enrollo que se vive y convive, hoy día, en el país.
Las necesidades, prioridades caseras, del común colectivo venezolano, en una economía politizada y dolarizada, rayan la paciencia e incertidumbre del venezolano, no me cabe duda, aguantando que se te tilde de todo, ya que si no dices o criticas lo que se afronta y confronta, eres adepto al gobierno y si lo dices, eres radical opositor y paremos de contar, en verdad todo un melodrama venezolano, que no tiene como acabar, desenredarse, la crisis sigue rodando libremente a la par de un drama político interminable, en el que sufre, en carne propia, el pueblo venezolano y punto.
CNP 2229
28-08-2024
