Por: Giovanni Cegarra…
Joder y perdonen la palabra pero la especulación y el bachaqueo, tienen postgrado e impera a su antojo y libre albedrío, en bodegas, abastos, supermercados, carnicerías, panaderías, hoteles, restaurantes, farmacias, clínicas, centros comerciales, tiendas comerciales de todo tipo, buseteros, ni se diga de los que usan puntos de ventas que cobran un porcentaje por encima del precio de venta de cualquier artículo, etc., en fin, en Venezuela, todo sube cada hora y día, está convertido definitivamente, en un país de usureros.
Cierto, en este país de usureros y al que le caiga el guante que se lo plante, duela a quien le duela, los dedicados al libre comercio y los que no lo son, hacen su agosto ante la necesidad de un pueblo que se aguanta una crisis socio económica política que le desangra el bolsillo a cada instante, mientras los actores políticos, de ambos bandos, juegan a la candelita con todos los venezolanos.
Como no hay una medida o política que dé jaque mate al mísero bachaqueo especulativo, cualquiera hace de las suyas amparado en la necesidad de un pueblo que paga lo que le piden cuando logran conseguir lo que necesita, sea lo que sea, cae en las garras de los usureros que cobran lo que les viene en gana, teniendo prácticamente como cómplices a un seudo liderazgo político, local, regional, nacional, de todos los bandos, que se la pasan tirándose las greñas a cada rato, lo que menos les preocupa, es el sufrimiento de un pueblo, que definitivamente respira un aire impregnado de valeriana.
Venezuela, de verdad, hoy por hoy, es todo un país de usureros, donde los bachaqueros y especuladores, hacen lo que les viene en gana, en fin, no hay gobierno que valga y mientras, como si nada, el pueblo que lleve del bulto, del que solo se acuerdan en tiempos electorales y punto en boca.
