Por: Giovanni Cegarra
Cuatro factores esenciales conllevan a los turistas, visitantes, viajeros, a determinar la ciudad y estado que consideran el ideal, para el disfrute de sus vacaciones, disfrutar los atributos y recursos naturales que tiene, convivir la idiosincrasia y gentilicio y sencillamente son, como llegar por buena vía de acceso, donde alojarse y comer, contar con calidad de servicio y de lógica, contar a plenitud, con todos los servicios básicos.
Mérida, ciudad y estado, considerado como uno de los más privilegiados por la madre naturaleza, podríamos asegurar que lo tiene todo, salvo una eficiente prestación de servicios básicos, falla consabida que no ha habido forma y manera, que se regularicen como debe ser, se cuente con ellos, a todo hora, con la eficiencia que implica ser una ciudad turística y en sus efectos, sin servicios básicos, cero turismo y mucho menos, excelente convivencia colectiva ciudadana.
Quede bien claro, que no somos enemigos del turismo, como un insensato quiso hacerlo ver, simplemente, día a día, vivimos y convivimos, la queja del colectivo merideño como de quienes nos visitan como turistas, cifrada en la grave falla de la prestación de todos los servicios básicos, la cual no han podido solventar los entes encargados de mantenerlos al ciento por ciento, con sobrada eficiencia.
El fin de semana que acaba de pasar, registró un leve repunte de turistas provenientes del centro del país, cuya queja generalizada fue la falla de los servicios básicos, algunos expresaron molestos “ni para volver” y eso duele señores del gobierno municipal y regional, la falla del servicio de luz, agua, gasolina, internet hasta de seguridad, ya que uno que otro fueron víctimas del robo de las baterías de sus vehículos, uno que otro elevado costo de alojamiento/comida, tira al piso cualquier esfuerzo que se haga, para atraer y consolidar a Mérida, como destino y mercado turístico local, regional, nacional e internacional.
Los turistas, visitantes y viajeros, en su mayoría, residen en grandes ciudades y por consiguiente, son a veces, exigentes, buscan un cambio de ambiente, una forma de convivencia distinta a la del lugar de origen, que les permita descansar, disfrutar gratos agradables pero sin servicios básicos, cero turismo, duela a quien le duela, cáigale a quien le caiga, al que le caiga el guante que se lo plante, es la realidad en nuestra Mérida y estado, tan clara como el sol sale todos los días y punto.
CNP 2229
245-2023
