Por: Giovanni Cegarra…
Se le encarama a Mérida, ciudad serrana, capital del municipio Libertador del estado andino homónimo, un año más de fundación, 467 ya, sin que en ella se sientan cambios en su fisonomía urbana convivencial, nada cambia, sigue sumida en la negligencia oficial, la inconsciencia ciudadana, la anarquía total, sin olvidar la carencia de la excelencia en la prestación de sus servicios públicos elementales, entre otras innumerables vicisitudes y necesidades.
Uno más y nada cambia. Mérida va de más a menos, la incompetencia está a la vista de todos, aquel ambiente señorial que ostentaba lo perdió hace años; lo apacible que era, ni rastros le quedan, sigue siendo bulliciosa pero no por influencia estudiantil universitaria sino por el caos y anarquismo que se vive y convive a diario, ante la mirada indolente de todos por igual.
467 años tiene Mérida, ahí va a la deriva, a la buena de Dios, uno más y nada cambia, «al que le caiga el guante, que se lo plante» y punto.
08-10-2025
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