Por: Ramsés Uribe…
Introducción literaria. Afortunadamente por fin la comunidad filosófica le ha otorgado un rango de primer orden al arte y particularmente a la literatura, la poesía, como una manera destacada del quehacer humano. Nietzsche, Heidegger, Gadamer, Schopenhauer, entre otras destacadas figuras del pensamiento le dieron el visto bueno a las artes. En este sentido, es maravilloso recordar y saber que en siglo X A.C., Homero[1] deleitó al mundo griego con las reteconocidas y legendarias obras de la literatura universal, la Iliada y la Odisea, que luego llegaron a toda la cultura occidental. ¿Es posible que hace tanto tiempo aquel genio artístico griego fuera capaz de crear tan hermosas gemas de las letras?. Esto no quiere decir que en la actualidad haya muerto la creatividad en el género escrito. Por doquier y por la “nube”, las artes navegan cómoda y rápidamente a la velocidad del clíck, aunque en Venezuela la internet se interrumpe y lentifica cada día y en muchos lugares ha desaparecido la red con cables y todo, gracias a los amigos de lo ajeno. Mayor atraso económico, cultural, educativo y recreativo.
Sin embargo, Homero o Hesíodo ( S. IX y VIII A.C.), no son los únicos escritores famosos del pasado y del presente. Arquíloco es otro grande entre los titanes de la poesía. Pudimos descubrirlo recientemente en los seminarios de postgrado de filosofía en la ULA, de nuestro estimado prof. Dr. Don Rodrigo Martínez. Otro tanto también ha ofrecido el prof. Dr. Carlos Mattera en sus seminarios destacando también al importante poeta Píndaro. Es la combinación exitosa entre poesía y filosofía. Arquíloco, poeta controvertido del siglo VII A.C., llamado con el remoquete de “ El Escorpión”, es hoy en día un enigma completo develado, un desconocido por la mayoría exceptuando a los eruditos, estudiosos de las letras clásicas y más recientemente, al gremio de la filosofía. Nuestro poeta, encaja en la denominación de aedos, una especie de trovadores de la edad media; similar a los serenateros andinos que todavía persisten pese a ser una especie artística en vías de extinción.
Arquíloco fue un artista atípico con una personalidad escandalosa para la época. Un personaje que no encarnó el arquetipo del héroe épico, sino al héroe trágico lírico. Completo antihéroe. Gran artista precursor de la poesía lírica. Un guerrero, mercenario de profesión; toda una celebridad como son hoy los ganadores del Oscar, Emmy o el Grammy, los rock stars, los futbolistas o atletas olímpicos. Introdujo la canción popular. En la cultura posmoderna la música emergente y callejera, esa tan ruidosa y monotemática del género rap, hip-hop, serían movimientos estéticos post-arquiloquianos.
Irónicamente muchos cantantes, mozalbetes creen ser grandes cantautores y hasta se dicen “compositores”, simplemente por vender muchos discos o tener muchas visualizaciones, descargas o vistas en youtube. ¡ Cuánta ignorancia pulula no sólo en la calle!, sino en el show business, el mundo del espectáculo. Se nota que no han ido a un Conservatorio de Música o a un teatro de ópera o desconocen el sacrifico de muchos años de estudio para graduarse de Licenciados en Música.
Caracterización arquiloquiana. Este autor muestra una ética originaria de la cultura griega. Sería hoy como el don Juan del célebre escritor alemán, Goethe. En el siglo XIX, Nietzsche rescata su nombre y le brinda sendas odas en su honor por considerarlo el héroe trágico lírico por excelencia, que asume el dolor de la existencia sin quejarse, empoderándose de sí mismo. La tragedia es para soportarla en lo necesario, además de amar al destino. Es el famoso “amor fati”. Es un sí a la tragedia de la existencia. Es ser auténtico en su esencia de poeta. No es de los que se resignan; asume su barranco y lo enfrenta con valentía. Ofrece resistencia y lucha para superarse no para superar a los demás. Vive heroicamente por encima de los obstáculos. Vive la vida con una plenitud total que manifiesta con desbordante alegría y mucho entusiasmo. Representa la inmanencia no la trascendencia del místico. Arquíloco es un representante de la sátira, del autocontrol y la autoafirmación. Es tremendo coraje y valor que sostiene una batalla contra sí mismo.
Los arquílocos de ayer, son los luchadores, artistas, cantantes, poetas y músicos actuales que gritan al mundo su verdad. Podríamos hacer extensible esta clasificación a otros ciudadanos interesantes que aportan beneficios intangibles o materiales a la sociedad, como los que todavía luchan en Venezuela. Aunque el tema de la verdad aún sigue siendo problemático porque todos creen tenerla como su mascota favorita; bien domada, extremadamente obediente en sumisión de nuestro inconsciente, es muy complejo señalar una verdad última, definitiva, absoluta. Los periodistas, estudiantes, investigadores y académicos y los curiosos, buscan afanosamente la escurridiza verdad. En nuestro país ella también es ocultada por intereses mezquinos que ya todos conocemos.
Son los venezolanos tan sufridos del siglo XXI genuinos representantes de los nuevos arquiloquianos criollos, que seguro triunfan todos los días en la fuerte lucha por la existencia cotidiana. Es conveniente seguir el ejemplo de Arquíloco para contrarrestar el temporal.
Ramsés Uribe, profesor ULA, Nuvm.
Correo: ramaseum@yahoo.com
Twitter: @ramthalneo
[1] Homero el célebre autor griego, nada tiene que ver con Homero Simpson, personaje del famoso comic.
