La crisis de transporte se mantiene en el estado Mérida a pesar del aumento del costo del pasaje ejecutado a partir de este lunes 2 de julio. Merideños continúan esperando por largos periodos de tiempo el servicio de buses que los traslade a sus trabajos, casas de estudio y hogares.
Los transeúntes se ven en la obligación de estar en las aceras hasta por 2 horas para lograr ingresar en alguna de las escasas unidades de las líneas Unión y San Benito que se mantienen trabajando; sin embargo, la cantidad de autobuses y camiones no autorizados que ahora trabajan como medios de trasporte en el estado es creciente.
Las llamadas “perreras” ahora son cada vez más comunes en la ciudad de Mérida, trasportes en los cuales se cobran pasajes sin descuentos para la tercera edad y estudiantes y, en algunos casos el monto del traslado llega a los 50.000 Bs; esta difícil situación se une a la crisis de efectivo que enfrenta el país, lo que aumenta la preocupación de la población para llevar a cabo sus jornadas laborales y estudiantiles.
En la estación principal del trolebús se forman largas filas de personas que necesitan esperar la llegada de hasta 4 unidades para poder ingresar, lo que dificulta el ingreso en las siguientes paradas.
Los merideños se sientan en las aceras bajo el sol y la lluvia a esperar el bus que los traslade y, en muchos casos ven como las unidades pasan sin detenerse en la parada o, vehículos pasan con recolectores anunciando el precio que ellos le imponen al pasaje.
José Rojas- Practicante UNICA
