Caminando hacia la transformación

Por: Rosalba Castillo…

Si algo hemos descubierto, en estos últimos tiempos, es que necesitamos reinventarnos. Se nos abrió una nueva ventana de oportunidad de tener otra mirada de la vida. Perdimos la magia de vivir en medio de esta   aldea globalizada y el costo lo estamos sufriendo todos. Sin embargo, a pesar de que no podemos editar el pasado, tenemos la buena noticia de que podemos transformarlo, minimizando los efectos colaterales. Somos capaces de ser resilientes frente a aquello que nos separa del bienestar. El universo juega a nuestro favor, solo que a veces nosotros no somos capaces de entenderlo. Las situaciones de crisis terminan siendo tan efímeras como la vida misma. Todo pasa. Son hechos neutros que dependen de la actitud con que decidamos andar por el camino. El reconocernos en medios de historias poco gratas nos obsequian el crecimiento, dependiendo de la actitud con que las recibamos. Necesitamos estar en armonía con nuestra vida, muy a pesar de las condiciones temporales en las que vivimos. Siempre estamos por arriba de las circunstancias. Somos un milagro de vida en evolución.

Somos un conjunto de historias, que cosidas conforman esa vida. Agradables, desagradables, únicas, impresionantes, neutras. El problema no es lo que suceda. No hay control para evitar lo que tiene que suceder. La magia está en dar la bienvenida a aquello que nos llega. Se hace necesario construirnos en herramientas para hacerle frente a aquellas situaciones que vivimos. Creando un espacio interior que nos contenga, y nos convierta en otras perdonas luego de las crisis. Diseñando reflexiones para saber qué hacer con lo que estamos viviendo. Qué hacer con los quiebres que nos tocaron vivir y sobre todo en quién me voy a transformar luego de éste aprendizaje. La actitud marca la diferencia. Si actuamos desde el victimismo y nos quedamos anclados en el sufrimiento o si nos aprendemos a reconocernos a pesar de las adversidades. Aún en condiciones feroces la vida siempre es bella y siempre estamos por arriba de ella. Ser siempre un mejor ser es lo que hace la diferencia y la felicidad.

No dejemos que nada nos seque, nos corrompa, nos amargue. Somos más allá de las emociones, de lo que hacemos o dejamos de hacer. Son simples capítulos neutros que tarde o temprano no estarán, mientras que los superemos. Necesitamos sacar el mar de oscuridad en que nos encontramos, drenar el dolor, a sabiendas que son temporales. Se trata de asumir la vida y no quedarnos en el sobrevivir. La actitud es una decisión nuestra. Siempre existe la posibilidad de volver a elegir. El aprendizaje consiste en estudiar lo que acontece, sin perder el centro. La vida somos cada uno de nosotros. Podemos llenarla de momentos miserables o de momentos inolvidables. Se trata de aprender a recibir y aprovecharla. Si del cielo caen limones, podemos preparar la mejor limonada.

Gerenciar la vida siempre depende de nuestra manera de conducirla. Se centra en la postura para mirar los episodios que nos toca navegar. Siempre esa actitud debe generar el bienestar para todos. Podemos dejar huellas imborrables para seguir adelante. Juntar los corazones a pesar de las competencias más feroces. Podemos levantarnos luego de caer   y llegar a esa meta solo con el esfuerzo y el deseo de transformarnos. El planeta ha vivido situaciones agudas en todas las esferas sociales. La pandemia de la violencia, del hambre, de la pobreza, de la discriminación, de la deserción escolar, del desempleo, de la migración, del escaso acceso a la salud y la educación. Todo ello se instaló desde tiempo atrás. Las adversidades se convirtieron en el camino a recorrer. Somos del tamaño de ellas y somos capaces de transformarlas. Tenemos tantos talentos, pero somos los últimos en reconocerlos. Y es que justo allí, en la posibilidad de conocernos y ser capaces de encontrar nuestra fuerza y la manera de potenciarla, está la real magia de hallarnos y ser mejores.

La búsqueda sagrada del camino interior, es hacia adentro.

rosaltillo@yahoo.com

06-08-2022