El caminante: Dos películas para la Democracia

Por: Valentín Alejandro Ladra…

“The Post” y “El Hombre Secreto”, dos recientes films que al unísono revelan secretos de la libertad de prensa y democracia en Estados Unidos avalados por su Constitución.

En estos lánguidos días carnavalescos, donde vivo en el idílico Santa Rosa de campo, montañas, rodeado de mugidos vacunos, ladrido de perros, relincho de caballos, el canto melodioso de numerosos pájaros, y alguna que otra fastidiosa moto que interrumpe el ensueño, preparando otro libro sobre el futuro de la India, decidí holgazanear un poco en medio de un resfriado debido al intenso frío a más de 2.100 metros.

Gracias al video, pues los escasos cines merideños son los más alejados de la realidad cinematográfica mundial, penetré en el reciente film “The Post”, que en realidad es el diario “The Washington Post”.

Y me sorprendí. Con los primeros galardonados actores Tom Hanks y Meryl Streep, dirigidos por el no menos célebre Steven Spielberg, música de John Williams, entré de lleno en la década de los años sesenta.

Suspenso, drama, incertidumbre e intríngulis en saber el resultado si el diario publicaría una serie de informaciones referentes al manejo secreto del gobierno estadounidense y encubrimientos de la atroz guerra de Vietnam, que sabían que no ganarían. Mintiendo a su público, y enviando a la muerte a miles de jóvenes. Las primeras  noticias fueron publicadas por el “The New York Times”, que produjo un gran impacto en el público que estaba en contra de esa lejana guerra. Era la época de los hippies, de paz y amor, la música de Los Beatles, Rolling  Stones y Bob Dylan.

El NYT fue llevado a juicio.

Tocó una fibra muy sentida en mí, pues justamente en esa década, teniendo yo 15 años, estudiaba en una escuela en New York y luego en New Jersey. Incluso aun tengo mi tarjeta donde el ejército tres años después me llamaba a sus filas, lo que me hizo presentar en una de sus oficinas en Toms River o Asbury Park, si mal no recuerdo, donde me daban un año de prórroga para terminar mis estudios.

Lo cierto es que luego de escaramuzas, archivos secretos, todo el periodismo en acción se enfrentó a tapaderas gubernamentales para que el periódico no publicara las dramáticas y reveladoras noticias. Meryl Streep, en el papel de directora general, amiga personal de MacNamara, el ministro que sabía y ocultaba la verdad, finalmente osó publicar, junto con su editor –Tom Hanks-, sabiendo ambos que podrían ir a la cárcel por “traicionar” secretos de estado.

Se les hizo juicio ante la Corte Suprema de Justicia. Con el alma en vilo esperaron lo peor. Pero venció la Libertad de Prensa, con un voto de los jueces a favor de 6 a 3. Prevaleció la Constitución de los fundadores de la nación.

El film termina con escenas del hotel Watergate.

Un día después me siento cómodamente para ver la otra película llamada erróneamente en español “El Hombre Secreto” cuando el título en inglés es “El Informante”, con otro galardonado actor: Lyam Neeson en el papel de un temido alto jefe del FBI, durante los últimos días del virulento director Herbert Hoover. Era la era del presidente Richard Nixon.

Y estalló el drama. Micrófonos, espías y todo lo demás encontrados en el hotel del fatídico hotel Watergate –donde precisamente ¿inocentemente? termina “The Post”-. A estas alturas ya estoy pensando que no es mera coincidencia que ambos films hayan salido casi al unísono, revelando verdades que el gran púbico a nivel mundial desconocía, dramáticas historias, reveladoras, de cómo se manejan las medias verdades del poder universal.

Por supuesto Nixon y sus adamantes oficiales, tejen toda una telaraña oscura y dramática para incluso tratar de destruir al poderoso FBI para que no revelara su información. Trama muy importante para la película, actuada por Lyam Neeson con su gran personalidad, aunque ya se ve que el tiempo no perdona.

“Garganta Profunda” fue la fuente del FBI que daba información que apuntaba al mismo presidente Richard Nixon, a principios de los 70.  Woodward y Bernstein del Washington Post fueron los jóvenes periodistas contactados. El temido director, en el papel Lyam Neeson, fue llevado luego a juicio, no sin antes Richard Nixon, luego de haber sido revelado y publicado todo el escandaloso entramado, renunció a la presidencia en forma pública y televisada.

“Garganta Profunda” después de pasar  poco tiempo en la cárcel fue liberado.

Pero en todo esto hay varios elementos a destacar: la perenne lucha por el poder entre demócratas y republicanos, secretos de estado –de todos los gobiernos del mundo y sus partidos a espaldas de pueblos inocentes e ignorantes de tales actos, como carnes de cañón-, y la plena libertad de prensa según sus Constituciones, que quizá sea una de las verdades más importantes.

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