Vivimos tiempo de incertidumbres, tiempos de nubarrones y eso puede llamarnos a esa especie como de desilusión y desesperanza que no sabemos por dónde ir. Es todo lo contrario, precisamente la vida se hace siempre de tropiezos.
No siempre vemos claro el futuro pero cuando tenemos esa fuerza interior que nos da la fe, y esa fuerza interior que nos da sentirnos ciudadanos protagonistas de lo que es la realidad de nuestro país nos tiene que llamar a la esperanza. Queremos algo mejor, queremos algo nuevo, queremos algo distinto y tenemos que ser capaces pero solo uniéndonos los unos con los otros, es así como podemos hacerlo.
Por eso no hay tiempo para el desánimo. No hay tiempo para el desaliento. Hoy lo que hay es tiempo para fortalecer nuestros espíritus. Tiempo para poder tenderle la mano a nuestros hermanos. Tiempo para poder perdonar y tener ese sentido profundo de misericordia porque solo se construye con el amor y con la ternura. Todo lo que sea derramamiento de sangre, todo lo que sea herida, todo lo que sea violencia y todo lo que sea odio, lo que nos deja es un atraso que es muy difícil de rehacer y de reconstruir. Trabajemos pero en paz.
Primero con la paz del corazón, la paz interior, de cada uno de nosotros. Y con la paz de ver que en el rostro de nuestros hermanos tenemos que ver también ese rostro amoroso de Dios al que tenemos que buscarlo. Es entre todos como podemos echar adelante la Venezuela que deseamos y que necesitamos para que superemos precisamente esos nubarrones, para que salgamos del túnel, para que encontremos ese escenario en el cual podemos dejarle algo mejor a las generaciones actuales y a los que vienen detrás de nosotros que necesitan nuestro testimonio.
Que este tiempo nos sirva precisamente para reforzar en nosotros los mejores valores humanos y cristianos que tenemos como venezolanos y que con ese buen humor que tenemos, con esa alegría que nos caracteriza, sepamos alumbrar (aunque sea entre sudor y con lágrimas) la vida y la vida de la nueva Venezuela. Imploro a la Santísima Virgen de Coromoto para que bendiga a todos los venezolanos. Dios bendiga a todos los hombres de buena voluntad, deseándoles lo mejor para todos..!
*Cardenal Baltazar Porras Cardozo*
Administrador Apostólico de Caracas y Arzobispo de Mérida
02 de febrero 2019