“Carmencita” lucha contra la basura en “La Carabobo”

Desde los albores de la historia, los desechos producidos por el ser humano han representado un problema para la comunidad; en nuestra ciudad este tema derroca gobiernos o enaltece personalidades, el caso que nos ocupa es la historia comprometida de una humilde merideña, que con gran corazón decidió tomar la bolsa de basura por las orejas, “Carmencita”, quien en la comunidad de La Carabobo es conocida como la “mujer de la basura”.

Yenny del Carmen Carrero Salazar es una joven mujer merideña, ingeniero, trabaja como auxiliar de contabilidad, hace unos meses perdió a su padre, ahora le toca llevar la vida en compañía de su mamá en una humilde casa de la urbanización Carabobo, cerca del Grupo de Rescate “Enrique Burgoin”, lugar que algunos vecinos con mala educación, intentaron convertir en un vertedero de basura.

Para “Carmencita” no es cuestión de política ni de otra cosa más que de educación, “debemos reeducar a la población en materia de basura” puntualizó quien en menos de 4 meses logró concientizar a la comunidad para evitar que los desechos sean dejados en cualquier esquina.

Los vecinos salían con su “bolsita” de basura a cualquier hora, no respetaban los horarios de paso de las unidades de recolección, incluso llegaba gente foránea a dejar sus paquetes de basura al lado del Grupo de Rescate, “el olor era insoportable”, puntualizó Carrero Salazar, quien desde mayo decidió llegarse hasta la alcaldía y asesorarse en materia legal.

Las moscas, el triste y desolado escenario a la entrada de la calle 3 de “La Carabobo” era un ambiente nada agradable, menos para quien vive en un estado oncológico que le desgasta las energías con su lucha constante, “Carmencita” decidió con sus propios recursos iniciar la titánica lucha de reeducar a sus vecinos y concientizar a la comunidad para tener una urbe de altura.

Imprimió volantes con la ordenanza municipal, visitó casa por casa y a pesar de algunos portazos, otras tantas risas, no desmayo en su labor, caminó las veredas de lunes a miércoles, ya que el fin de semana su cuerpo no lo permitía, pero el lunes sin falta retomaba su labor educativa. Percibió que era de noche y madrugada cuando la basura llegaba a su improvisado y nada agradable lugar; decidió hacer guardia cual policía de pueblo, en una silla, cobijada a la puerta del Grupo de Rescate, allí vio como vecinos “de abajo, de la curva, de otras veredas” subían y dejaban su basura en cantidades al frente de su casa. Que impotencia, pero jamás desmayó.

Ahora ya los vecinos se han sorprendido, la basura ha desaparecido gracias al tesón de “Carmencita” quien armada de un pito avisa cuando el camión de la basura llega, todos se animan, “parece la fiesta de la basura” puntualizó la comprometida ciudadana, quien también ha conseguido que desde la alcaldía se regularicen las rutas de recolección, se multe a los infractores, y se mantenga una comunicación constante con la comunidad, demostrando que entre todos si podemos tener la Mérida que merecemos.

Euro Lobo / CNP 12.112 / Alcaldía de Mérida